jueves, 19 de abril de 2018

LAS DIVERSAS CARAS DEL CONFLICTO


POR: RAUL PACHECO BLANCO

 Si algo quedó claro del caso Santrich es la calidad de narcotraficantes de las Farc.

Ese debate lo hubo en las conversaciones de la Habana y si en un  principio los guerrilleros se negaron a aceptar que traficaban con droga, terminaron aceptando. Lo cual nos dice también que los negociadores del gobierno se dejaron meter otro gol, de media cancha, para sacar ilesa la tesis de que el delito principal, la rebelión, absorbía el narcotráfico y,  terminaban las Farc siendo juzgadas por la Jep.  Así que un delito de tanta entidad como el narcotráfico, queda inmerso en el concepto de delito político, accediendo a él y convirtiéndose en mascaron de proa de una justicia que no se ve por parte alguna.  Por eso los gringos se la jugaron toda en esta investigación y en este montaje, para que quedara como hecho patente, el narcotráfico de las Farc.

Y queda claro, una vez más, que la justicia nos llega de Estados Unidos, que la nuestra es apenas para mostrar pero no opera.

De ahí que hay necesidad de realizar ajustes a lo pactado en la Habana, porque tanta impunidad no le cabe en la cabeza a nadie. Otra cosa que también ha quedado clara, a raíz de los últimos acontecimientos, como el conflicto en la frontera en donde ha salido perjudicado el Ecuador, es el hecho de haber dejado en manos de la disidencia de la guerrilla y de la delincuencia, los antiguos espacios que cubrían las Farc. Si ya habíamos llegado a la conclusión que el conflicto guerrillero ha sido suscitado más que todo por la falta de presencia del estado en los territorios más alejados de los centros, y se llegaba por lo tanto el momento de enmendar semejante ausencia, pues el estado no aprovechó esa circunstancia, no obstante los requerimientos permanentes del gobernador de Nariño, quien se hacía cruces por esa defección y, sin embargo, pasó el tiempo y el estado no cubrió esos espacios que ahora son la zona de conflicto de moda. No sirvieron para nada las conclusiones, los aportes de personas como Claudia López quien se escribió un libro en donde deja bien especificadas las medidas que se debían optar para cubrir esos espacios, llevando educación, salud, tributación  y seguridad, es decir, la presencia del estado. Se ve que con la solución del conflicto solo se buscaba el premio nobel de la paz y lo demás, que se lo coma el tigre.

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