jueves, 29 de junio de 2017

CÓMO SE DISUELVE UN PARTIDO.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

El código civil trae entre los modos de adquirir la propiedad el fenómeno de la accesión, por medio de la cual el dueño de una cosa pasa a ser dueño de lo que ella produce o de lo que se junta,  o adhiere, a ella, agregamos nosotros. Y citaba como ejemplo las playas ribereñas las cuales resultaban extendidas, por el lento e imperceptible retiro de las aguas. Este fenómeno se ha producido de un tiempo para acá en el conservatismo, en donde hemos visto cómo se fue fugando el personal, como dicen en el cuartel, hacia otras toldas, al punto de convertir al partido en un agujero negro. Primero fue la fuga hacia el uribismo cuando el expresidente extendió su periodo hasta los ocho años completos para consagrar su hegemonía. De ahí que las huestes fueron a parar al redil de Uribe, en busca de ministerios, embajadas, superintendencias, etc. Y luego vino la fuga hacia el santismo, cuando Juan Manuel Santos logró la presidencia y luego remontara la reelección para ir completando también los ocho años, que ya se van volviendo costumbre. Ahora se viene a consolidar la tendencia con el ingreso del expresidente Andrés Pastrana al uribismo. Porque ahí no se produce unión alguna o alianza entre fuerzas más o menos equilibradas, sino que un distinguido expresidente, el solo, se pasa al uribismo. Y decimos esto, porque ya las huestes que en algún momento llegó a comandar, estaban desde hace rato fugadas al urisbismo y al santismo. Así que la jefatura de Pastrana se parecía a la que ejerció en su momento Gorbachov en  la Unión Soviética, al quedarse sin piso político  cuando Yeltsin montado en un tanque de guerra se subió al poder. Gorbachov se quedó colgado en un hilo histórico que se reventó  bien pronto. El expresidente Pastrana sintió  el vacío de  poder y no soportó la carga de la inestabilidad y decidió  terciar por una de las dos opciones entre los dos polos de poder. En estas condiciones, la situación del conservatismo se vuelve más difícil, pues antes se pensaba que de pronto hubiera unión alrededor de alguna política o de algún jefe importante; pero ahora no, pues al pasarse el expresidente Pastrana al uribismo queda consagrada la polarización que existe en el país, en donde santismo y uribismo se disputan tanto el poder como la opinión pública. Y a los conservadores que aún están con Santos, les queda muy difícil dar el salto hacia la oposición.

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