jueves, 6 de julio de 2017

LA FALTA DE ESTADO.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Gaitán hablaba del país político y del país nacional. López Michelsen se refería al país moderno y al país atrasado, cuando las épocas del MRL. Alvaro Gómez tenía en mente el Régimen, que se interponía en el camino de la nación y del estado. Los izquierdistas analizaban el fenómeno entre un país real y un país formal. Ahora estamos ante una nueva realidad: Entre el Estado tradicional y el Estado globalizado. Dígalo sino el descubrimiento de todo un aparato terrorista encarnado en el MRP, con brigadas de choque y movilizaciones a raíz de su captura. Pueden no ser ellos los del atentado al Andino, pero lo que si queda claro es que ahí hay una organización terrorista, que ya no obedece a los patrones del país tradicional, sino del globalizado. Son las nuevas generaciones con la irrupción de este medio de protesta, que viene desde el derrumbamiento de las torres gemelas hasta los golpes en diversos países europeos, dados por organizaciones religiosas y nacionalistas, que protestan contra los últimos coletazos del imperio norteamericano, pero a su vez expresan un sesgo religioso, o racial o político. Y sucede esto, cuando el país tradicional asistía  al tránsito del proceso de paz para acabar con el medio de violencia tradicional que se manifestaba en las zonas  más apartadas del país. Y precisamente cuando comentaristas de prensa, de todos los matices se expresan sobre un tema al que hemos llegado por consenso, que es el de la falta de Estado. Y no solamente los columnistas, sino intelectuales internacionales como Robinson y cuanto pensador se haya acercado al fenómeno de la violencia rural, para achacárselo a la precariedad del estado, que no llega con la justicia, la administración, la educación, la seguridad ,la salud y el reparto de tierras. Ya Claudia López lo había expresado muy bien en su libro y proponía todo un proyecto para llevar el estado a las regiones y evitar así el caldo de cultivo para los movimientos guerrilleros. Y como lo acaba de demostrar el coronel Julio César Prieto en su libro, donde el estado pone a enfrentar hasta sus propios funcionarios, con políticas equivocadas como lo fueron las del apoyo al paramilitarismo. Y lo vimos con el narcotráfico en que el Estado tenía que hacer contubernio con alguno de los otros carteles para poder enfrentarlos, como el presidente Samper. Y como el general Maza Márquez. Luego si debe haber un  propósito nacional, ese debe ser el de construir estado. Mas fuerte.

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