jueves, 30 de marzo de 2017

EL OLFATO DEL FISCAL.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Al actual Fiscal le dijeron en todos los tonos que no se postulara para el cargo por el alud de incompatibilidades que se le irían a presentar en el futuro, por los continuos saltos de mata que estaba haciendo de la empresa privada al gobierno y viceversa. Pero él no escuchó y se dejó llevar de su instinto que le indicaba tiempos futuros inciertos, preñados de acontecimientos de marca mayor y que valía la pena, por tanto, invertir en esa tentativa, incluso arriesgando muchas cosas. Y lo logró. Ya había pasado por un ministerio expresamente creado para él que le daba el rango de jefe de gabinete y desde el cual montó su candidatura a la Fiscalía. El, desde luego, negaba que aspiraba al cargo e inclusive se ponía bravo con quien tratara de recordárselo. Al anterior fiscal no le había ido  tan bien en el cargo, pues su inexperiencia política lo puso a hacer el oso muchas veces, dando bandazos aquí y allá, presentándose unas veces como fiel escudero del presidente y otras como político de alto vuelo con serias aspiraciones a la presidencia. Bien pronto se enredó y quedó colgado de la brocha, porque ni siquiera el Presidente lo premió con embajada alguna, que es lo que se estila en estos casos. Ya en el cargo, el  olfato de Martínez vino a manifestarse en forma ostensible, pues se encontró de manos a boca con el caso Odebrech, que venía del Brasil y en tránsito por toda latinoamérica, implicando a politicos, presidentes y funcionarios de alto vuelo en las sindicaciones de haber recibido coimas por contratos. Y Martínez Neira tomó el toro por los cuernos, pues si bien es cierto denunció ante la opinión publica los hechos que estaban siendo investigados, se adelantó a absolver al gobierno de cualquier vínculo con el negociado, pues no existía prueba alguna relevante que diera luz a tal responsabilidad. Y, más aún, que el caso se le salía de las manos porque tenía que ver con la violación de los topes electorales, cosa que debía conocer el Consejo Nacional electoral, compuesto en otras cosas, por representantes activos de los correspondientes partidos políticos colombianos. Luego fue al Brasil a recoger pruebas y estamos en la búsqueda de los culpables y sobre todo, si el gobierno Santos está involucrado. Y Martínez Neira lleno de incompatibilidades alega que son sus fiscales los que investigan y no él, cuando los puede vigilar y destituir cuando le dé la gana.

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