jueves, 2 de marzo de 2017

LA CASA LLERAS



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La casa Lleras empieza con José  Manuel Lleras, un militar y comerciante español llegado al país en los comienzos del siglo XIX. De ahí se desprenden otros connotados descendientes como Lorenzo María Lleras, escritor, educador y político, llegando a ser ministro de Relaciones Exteriores, Federico Lleras Triana, también educador, Federico Lleras Acosta, médico veterinario, científico, discípulo de Luis Pasteur. La línea presidencial comenzó con Alberto, hijo de Felipe Lleras Triana, quien encabezó el Frente Nacional en unión de Laureano Gómez para dar el golpe de opinión que llamara Darío Echandía contra el general Gustavo Rojas Pinilla el 10 de mayo del 57. Y luego Carlos Lleras Restrepo, quien gobernó a Colombia dentro de uno de los periodos del Frente Nacional. Alberto se formó en el lopismo, pues el viejo López se lo llevó al ministerio y allí sorteó momentos difíciles cuando el ejército trató de tomarse el poder luego de la segunda administración López Pumarejo. Pero hizo muy buenas migas con la casa Santos, siendo su mentor intelectual por muchos años, cuando los padres de Juan Manuel y Francisco Santos dirigían El Tiempo. Siendo a su vez el gestor de la  presidencia de Virgilio Barco. Carlos se formó dentro del santismo y llegó a ser director de El Tiempo. De ahí que tanto la casa López como la casa Santos  tienen mucho que ver con el influjo de los Lleras, pues vienen siendo hechura de ellas. Lo cierto es que esa sumisión y ese acercamiento de los Lleras con las otras dos casa los llevó al poder y no corrieron la suerte de Gabriel Turbay y de Jorge Eliecer Gaitán, quienes se enfrentaron a los López y los Santos y los volvieron  papilla. Así que tanto Alberto como Carlos tuvieron que cargar ladrillo a los López y Santos para poder llegar a donde llegaron. Pero a German Vargas Lleras le ha tocado más difícil tanto por la amplitud del abanico presidencial, como por la complejidad de las circunstancias. En un  principio cargó ladrillo para Galán y luego le siguió la corriente a Juan Manuel Santos, quien lo hizo vicepresidente, a muy altos costos por cierto y, ahora está en una encrucijada que tiene que manejar como la de sortear el desprestigio del actual gobierno, quien además tiene otro candidato y la presencia masiva del uribismo que surge como alternativa. Ahí se ve claro que si fuerzas como Cambio Radical y el uribismo no se unen, podrían ver despegar a Humberto de la Calle.

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