miércoles, 13 de agosto de 2014

¿ POR QUÉ SALIÖ GOMEZ MENDEZ DEL GABINETE?.


POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

 Quizá  la sorpresa  más grade en la confección del gabinete sea la salida de Alfonso Gómez Méndez del ministerio de Justica. Tal nombramiento, cuando se produjo, se hizo énfasis en el talante de jurista de Gómez Méndez, experto en derecho penal y que sería la conciencia jurídica del régimen para todo lo relacionado con la paz. Además, al Presidente se le fueron las luces cuando dijo que había llevado a la cartera de Justicia a un afrodescendiente, refiriéndose a él, cuando nunca él se la había jugado por esa etnia,  ni nunca hizo alarde de esa condición. Luego fue una escachada del Presidente, que quien sabe si le habría gustado al ministro.  Pero de otra parte, se trataba de una figura relevante del partido liberal, con rango de precandidato presidencial y muy de la cuerda del samperismo y del serpismo. Entraba pues, por la puerta grande, para jugarse el pellejo en su ascendente carrera política.  Además es un hombre de evidente carisma, con una carcajada que es como un acordeón vallenato, que le disputa con creces esa virtud a Otto Morales Benítez, cuya carcajada se escucha desde La Guajira hasta el Amazonas. Era el hombre de mostrar y quizá se quería redondear una candidatura presidencial. Pero algo sucedió, pues pasaron los días y vino el enfrentamiento con el Fiscal, quien de frente lo vetó como constructor de un  nuevo orden para la paz, por sus ideas retardatarias  en materia de derecho penal. Y contra todo pronóstico, el ministro no le reviró al Fiscal sino que se calló y, lo peor, cayó en cama al poco  tiempo, como si hubiera sido víctima de un nocaut. Cuando la revista Semana hizo sus elucubraciones sobre el papel que estaba desempeñando el Fiscal y su natural desbordamiento de poder, se pensó que se estaba exagerando , pues de allí saldría nada más y nada menos que el veto al ministro de Justicia por parte del Fiscal. Esto no podía ser. Pero los días pasaron, el ministerio se fue dando a cuenta gotas y al llegar al 7 de agosto, se notó el vacío  del tradicional decreto de nombramiento de ministros. Se aplazó. Y cuando ya se confirmó  el nuevo gabinete, no estaba Gómez Méndez. Y lo peor, es que lo cogieron en cama. ¿Qué sucedió?. Fue toda una sorpresa, pues las cosas estaban dadas para prepararle el escenario al doctor Gómez Méndez para que lo iluminara con sus luces de jurista eminente. Pero el decreto de nuevo gabinete le pasó por encima.

No hay comentarios: