viernes, 29 de agosto de 2014

LA SANTANDEREANA MÁS IMPORTANTE


POR:  RAÚL  PACHECO  BLANCO.

 

De lejos María Luisa Piraquive es la santandereana más importante de la época.  No solamente creó una iglesia, la de Dios Ministerial  sino también un partido político, Mira. Pero no se trata de una iglesia de garaje, sino una señora iglesia con muchas sedes en los Estados Unidos y en el mundo, en donde se le rinde pleitesía a su credibilidad, constituyéndose  en una representante de Dios en la tierra. Ella misma cuenta que Dios se le  apareció, no Jesucristo que no sería tan importante, porque al fin y al cabo Jesucristo fue hombre, sino el mismo Dios el que la puso en la tarea de crear la iglesia y de difundirla por todo el mundo. Igual le sucedió a San Pablo y se constituyó en bastión de la fe cristiana en el lado católico.  Habíamos tenido muchas heroínas en la época de la independencia como Antonia Santos y antes Manuel Beltrán la que rompió el edicto. Pero ellas no habían superado la barrera de lo metafísico, se habían quedado en un plano mundano sin mayores proyecciones que las puramente humanas. Ahora es distinto, porque María Luisa Piraquive  se halla  investida por la gracia de Dios y de allí que trate de redimir al mundo, cosa que no pudo hacer Jesucristo.  María Luisa Piraquive nació  en Chipatá, un pueblo al sur del departamento, en donde vio  las primeras luces.

De ahí pasó su familia hacia Boyacá en donde se unió al señor Moreno, quien venía en la misma línea dinástica de María Luisa y de ahí que pronto se distinguieron entre sí para formar una poderosa llave que los llevó a crear la iglesia. Pero andando el tiempo y cuando la iglesia pintaba para algo grande, murió  el señor Moreno. Gentes inescrupulosas, sin Dios ni ley la  llegaron a culpar de haber sido la causante de la muerte de su esposo, lo cual fue desmentido por ella y la investigación que se hizo en su época pasó  a los archivos. Alguien desocupado quiso armarle bronca por lo mismo y pidió que fuera exhumado el cadáver para saber la causa de su muerte, a lo  cual se opuso doña María Luisa, porque eso sería atentar contra la resurrección de su esposo, que era inminente, quizá un poco más  demorada que la de Jesucristo, pero sin embargo con el destino ya marcado. El tiempo pasó y el señor Moreno sin embargo no resucitó entre los muertos, sino que se quedó en el paraíso quizá para servir de guía desde allí a  su mujer y  no podía ser de otra forma dado el volumen y la importancia de la iglesia que entre los dos fundaron. La Iglesia de Dios Ministerial de Cristo Internacional cuenta con 90 sedes en Estados Unidos, 827 templos y dos millones de creyentes, repartidos en el mundo. Tiene pues un arrastre electoral parecido al del expresidente Uribe con la diferencia de que en Uribe se expresa  en votos mientras en Doña María Luisa  en de-votos. Y supera con creces a Yidis Medina.

Todos estos pergaminos la hacen la santandereana más importante de la posmodernidad.

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