Los quince abates zarparon con la ilusión de llegar al
paraíso terrenal. Para eso se habían preparado con tiempo y se hicieron a sus
vituallas y elementos de viaje y a la mar se dijo, en un día luminoso del siglo quinto antes de Cristo, a cuyo frente estaba Brandan
El Navegante. Y cuando llegaron al supuesto paraíso terrenal, los monjes
realizaron una misa de acción de gracias en una isla que al fin y a la postre
resultó ser una ballena. Esta es una fábula, una leyenda, pero en la
investigación profunda y cuidadosa que ha hecho Clarita Blanco de Galvis en su
libro El Cuarto Continente, hay numerosas incursiones de asiáticos y europeos
a las tierras vírgenes de América., antes de que llegara Cristóbal Colón .Para
eso se vale en principio de las teorías sobre su poblamiento. Y trae a cuento las siguientes : 1) la del
poblamiento tardío o consenso Clovis, con una antigüedad de catorce mil años ,
2) poblamiento temprano de veintidós mil a sesenta y cinco mil años y 3) la
ruta genética de setenta mil años de antigüedad. Por lo tanto, el tiempo
anterior al descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, es inmenso y se confunde con
la creación del mundo. Aquí le asalta a uno una pregunta y es la de porqué
ninguna de las aproximaciones que hubo, de tanta gente interesada, ninguna
cuajó como la española, que vino a transformar el mundo americano, cuando ya
europeos, asiáticos y demás habían venido a América, pero se convirtieron en simples
elementos de un universo que se estaba formando a la medida de sus propias
posibilidades, sin que se cortara esa evolución como lo hizo España con el
descubrimiento, colonización y colonia. Uno diría que por el hecho de haber
sido un proyecto de estado, pero resulta que Clarita Blanco señala en su libro que viajes oficiales hubo
muchos, entre los cuales estaban siberianos, fenicios, chinos, polinesios y
europeos. También hay espacio para la
era de los descubrimientos de los siglos XV y XVII, en donde aparecen los
clásicos: Cristóbal Colón, Américo Vespucio, Vasco Da Gama, Pedro Alvarez Cabral,
Juan de la Cosa, Bartolomé Díaz y los
hermanos Pinzón. Los rasgos en todo caso de nuestros aborígenes y el mestizaje
actual nos llevan más hacia las corrientes asiáticas. Cuando la guerra de Corea
los soldados nuestros se confundían por sus rasgos con los de allá, a tal punto
que no se diferenciaban.
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