viernes, 17 de mayo de 2013

DI STEFANO: LOS GOLES DEL OTOÑO



POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

Di Stefano llegó de la Argentina cuando había una huelga de jugadores  en el país austral , y  aquí Alfonso Senior aprovechó  para organizar un campeonato pirata con los jugadores que llegaron  en bloque. Entre ellos Adolfo Pedernera, quien sería el primer maestro del futbol colombiano  y quien le podría orden al juego desarticulado de nuestros jugadores criollos,  que solamente echaban para adelante con el balón  entre los pies, sin soltárselo a nadie.  Pero no más. Pedernera les enseñó  la ciencia de los pases precisos , del juego de  conjunto, de ir arrastrando marcas a base de paredes. Esa fue la primera inspiración para que luego Maturana dijera que la característica del futbol nacional era el toque-toque.  En ese momento tenía más figuración Pedernera que Di Stefano.  Este llegaría para hacerse. Y entró a ese famoso Millonarios  de los años 50 con Cozzi, el narizón Néstor Rossi, Perucca, el colombiano Cobo Zuluaga. Era un equipo demoledor y sobre todo manejaba una estética que hacia de cualquier cancha una mesa de billar. Por esa época fue la sensación y se paseaba por todas las capitales en donde había equipo de futbol con ese elenco de estrellas que hacía llenar todos los estadios. Y adquirieron tal fama, que fueron invitados por el Real Madrid para celebrar un aniversario de la fundación del club. El equipo viajó y cuando todos creían que aquel partido serviría para un entrenamiento del Real Madrid o por lo menos de una exhibición del mismo, terminó en una espectacular exhibición de Millonarios y en una consagración de Di Stefano, la “saeta rubia” . Los goles de Millonarios fueron cuatro , de los cuales dos fueron de Di Stefano y los del Real apenas dos.   Pero el propietario del Real Madrid no se  disgustó  por la derrota ni por la exhibición de Millonarios, sino antes por el contrario,  le echó el ojo a Di  Stefano y lo contrató allí mismo en el estadio Santiago Bernabeu. Y a partir de ahí, sería el Messi de la época. Solo que no era el Barcelona el quipo de postín, sino el Real Madrid, por el cual suspira el rey de España cuando no está en cacería de elefantes  con su amiga alemana. Los años fueron pasando y el deslumbramiento por la saeta rubia adquirió  caracteres históricos, al punto  de considerarlo como uno de la casa, con derecho a  sueldo permanente. Se convirtió en un mito y en el símbolo del Real Madrid.  Ahora con 86 años a las espaldas no es la atracción de las graderías repletas de aficionados, sino de los periodistas tras de los chismes de moda, pues Di Stefano se enamoró  de una costarricense cincuenta años menor que él. Y quien dijo miedo, se dispararon las fotos, los cronistas se multiplicaron alrededor del romance y los cinco hijos del ex jugador pusieron el grito en el cielo y,  se lo llevaron al psiquiatra para saber  si estaba loco.  Y la costarricense lo carga para aquí  y para allá  en su silla de ruedas, convencida del amor de Di Stefano y  de convertirse en la heredera  de bienes y emolumentos  del ex jugador, mientras lo hijos harán valer su condición de legitimarios.  El maestro D Stefano queda pues entre la espada de sus hijos y la pared de su compañera la costarricense,  que está dispuesta a entregarlo todo con tal de hacerse  a la gloria del Alfredo Di Stefano que un día figurara en la nómina de Millonarios. Eso son los goles del otoño.

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