domingo, 7 de diciembre de 2008

2666 la novela de ROBERTO BOLAÑO




1.La Parte de los criticos

2.666 se compone de cinco novelas, haciendo lo de Proust, Balzac, o aquí en Colombia, Moreno Durán, tratando de dejar una obra compacta y representativa.
La primera se llama La Parte de los Críticos , en donde cuatro personajes aparecen para configurar un grupo de literatos, unidos por la común admiración a la obra de Archimboldi, un novelista alemán que se convierte en algo mercurial, inasible, porque no llegamos a conocerlo a través del relato.
Esos personajes son Pelletelier, un francés, Morini, italiano, Espinosa, español y Liz Norton, inglesa.
Ellos responden a ese tipo de escritores que llevan una vida desordenada, con el talante del aburrimiento y la insatisfacción que se le ve a Roberto Bolaño en las fotos.
A veces hacen recordar el personaje aquel de la romana de Moravia, que se entregaba porque se aburría.
De la Norton, dice Bolaño que “era incapaz de trazar con claridad una meta determinada y de mantener una continuidad en la acción que la llevara a coronar esa meta “ ( pag 2l), aunque difería de Morini , Espinosa y Pelletelier, en cuanto a que para ella la lectura tenía que ver con el placer , en tanto que para ellos ya era el conocimiento , los enigmas, los laberintos y las construcciones verbales lo que les interesaba.
Iban a congresos literarios y demás reuniones de escritores , mientras se consolida una amistad grande entre la Norton y Pelletelier y Espinosa, hasta convertirlos en amantes, en un triangulo que termina siendo de común aceptación, pero que en definitiva va a tener una desenlace imprevisto con el amor que nace entre la Norton y Morini.
La acción se desarrolla en México, en donde vivió en una época Bolaño , señalando una pauta muy constante en los novelistas latinoamericanos , en cuanto a su transhumancia, al desarraigo de sus lugares de origen que parecen repelerse mutuamente , pero que sin embargo los tortura permanentemente, como el caso de Cortázar, Vallejo y quizá Bolaño.
Se aprovecha también para hacer crítica en todos los sentidos, llamando a uno de sus personajes , a Espinosa, como un derechista xenófobo y violento y en la literatura vapuleando” la retórica, en donde se intuye un huracán , la elocuencia cuando intuye la fuerza desatada y a la disciplina de métrica allí donde solo queda un silencio ensordecedor e inútil “ ( pgs l62-63 ).
El final se parece al Castillo de Kafka porque Archimboldi no aparece, no obstante su permanente presencia en ellos y casi llegar a toparse con él, “ porque Archimboldi está aquí y nosotros estamos aquí, y esto es lo más cerca que estaremos de él”, pero solo continua siendo una ilusión, mientras que ellos se afianzan en su unión compartida cuando dicen : “ No se cuanto tiempo vamos a durar juntos, dice Norton. Nos queremos y somos felices. Sé que vosotros lo comprenderéis” ( pag 207 ).

2.AMALFITANO.

Es la segunda novela de 2666 siendo más corta y girando en torno a Almafiltano, un chileno de 50 años dedicado a la enseñanza y a quien le aburren sus alumnos , las clases y el calor de Santa Teresa, en México.
Amalfitano en su relación con Lola, tuvo una hija, Rosa, quien vivía con él.
Lola vive sus propios fantasmas y se va tras de su poeta favorito , Mondragón, quien está loco y recluido en un manicomio.
Aquí parece reflejarse el propio novelista por su origen, sus conflictos y su desarraigo.
Y se mete a escudriñar los orígenes de su patria, remontándose al significado de Chile, como palabra griega, que quiere decir “ tribu lejana”, del padre de la patria O” Higgins , a quien los chilenos describen con lástima, según él, por su bastardía , todo aquello como corolario de profesor aburrido que no tiene muy buena imagen del hombre, como género, a quien encuentra lo más parecido a una rata y tampoco la tiene toda con los chilenos , de quienes dice : “los boxeadores chilenos son todos unos maricones, los habitante de este pais de mierda ( en lenguaje parecido al de Fernando Vallejo ) son todos unos maricones , todos sin excepción , dispuestos a dejarse engañar , dispuestos a dejarse comprar , dispuestos a bajarse los pantalones cuando solo les han pedido que se quiten el reloj”. ( pags 253, 54 ).
Y no faltan las crisis , casi al borde de la locura , las clases ininteligibles para los alumnos , imaginándose encerrado en un manicomio en Santa Teresa o en Hermosillo.
Pero se contentaba con Shopenhauer creía en fantasmas y Nietzche se enloqueció a costa de uno de ellos.
Tambien critica a México , porque “ los políticos no saben gobernar , la clase media solo piensa en irse para los Estados Unidos. Y cada vez llega más gente a trabajar en las maquiladoras “ ( pag 275 ).
Le toma el pelo a Yeltsin por aquello de la bebida , cuando casi siempre expresaba : “ Creo que es hora de tomar una copita “. ( pag 29l ).
De este capítulo se ha dicho que no guarda relación con el resto de la obra, pues se distrae en cosas múltiples y se dispersa y aleja de lo estructural.
Sinembargo, dada la desmesura de su obra, como el Ulises de Joyce, permite que la novela se vaya convirtiendo en una novela abierta, que se mete a narrar todo lo cotidiano, lo intrascendente , lo que se piensa y lo que se dice .

3. la parte de Fate





“La parte de Fate “ es la tercera novela de 2666 y allí sale a flote la gran capacidad narrativa de Bolaño que lo mete a uno a fondo en ese pequeño mundo de los periodistas, como es el caso de Fate , un negro a quien se le acaba de morir la madre y le viene como anillo al dedo una comisión para cubrir en Santa Teresa., México, un combate de boxeo entre un mexicano y un norteamericano. La expectativa es grande por la pelea y la novela se endereza a cubrir esa etapa previa, en donde el periodista tiene oportunidad de vivir a fondo en ese mundo liviano en que las r elaciones son de paso y que le sirve al novelista como cordón umbilical para retroalimentar las novelas, y volver sobre Almafitano y su hija Rosa que dejamos en la anterior novela. Ahora el manejo del suspenso es magistral. Aquí si se siente el peso de la novela-novela en que el lector se mete necesariamente en la realidad que aporta el autor y lo vive en tiempo presente, sin tener que acudir a la técnica del cuento propiamente dicho, que se hace en pasado. Uno ve la diferencia con obras como “ El País de la Canela” de William Ospina, que es pura poesía y se vale de la descripción en pasado para poder hacer construcciones verbales que son admirables por el aspecto formal, por el sonido, pero que no deja que la prosa trascienda la vida, la pinche y la haga sangrar o por lo menos la sienta o la palpe, cosa que se fuga en esos cuentos de poesía épica como es el caso de Willian Ospina y de Espinosa en la “Tejedora de coronas”. Además, esta novela de Bolaño es de las que pone a pensar, no tanto en la forma filosófica sino de profundización de la vida, de meterse en realidades muy particulares para auscultarlas, tal como lo quiere Kundera. Ese es el caso de la conferencia de Seaman (pag.312 siguientes) cuando aborda los temas vitales del peligro, el dinero, las estrellas, la comida, la utilidad, como problemas acuciantes del hombre. Cuando habla de la utilidad hay una frase que vale la pena transcribir, cuando dice: “Sus dentaduras perfectas, sus cuerpos perfectos, sus modales perfectos, como si ellos estuvieran permanentemente desgajando del sol y fueran trozos de fuego, pedazos de infierno ardiente, cuya presencia en este planeta únicamente obedece a la necesidad de pleitesía…lo inútil se impone no como calidad de vida sino como moda o distintivo de clase” (pag.324). O este gran elogio de la lectura “Leer es como pensar, como rezar, como hablar con un amigo, como exponer las ideas, como escuchar las ideas de los otros, como escuchar música (si,si) contemplar un paisaje, como salir de paseo a la playa” (pag.326). La pelea, que era el motivo central, resulta un fiasco porque en el segundo round el norteamericano puso a dormir en la lona al mexicano, mientras el nacionalismo se exaltaba, y luego languidece ante la cruda realidad del combate.

LA PARTE DE LOS CRIMENES.

Esta novela es de mayor envergadura que las anteriores. Su comienzo en un poco tedioso porque trata de enumerar una serie de crímenes de mujeres que se producen como si fuera cosecha, pero lo hace en forma de crónica judicial, dando el nombre de las victimas, los conductos por los que fueron violadas, con un criterio más estadístico que narrativo.
No se porqué, siendo un narrador excepcional, no lo hace en esta primera parte y solo se limita a verificar los hechos, casi en forma igual, repetitiva, casi con las mismas palabras, sin entrar a novelarla, como si lo hace un poco más adelante.
Pero cuando aparece la tertulia que se arma en un discreto café a donde llegan los policías a la madrugada a desayunar, en compañía de otros modestos empleados, la narración cobra vida.
Ahí aparecen de cuerpo entero los mexicanos con su machismo, que llega al punto de denigrar de las mujeres en chistes de mala catadura, como aquel que define la mujer como un conjunto de “células medianamente organizadas que rodean a una vagina”, ( pag 690 ).
Y vienen las cinco generaciones de Marías Expósitos, que hacen recordar a los Aurelianos de García Márquez .
Como el centro de la narración son los asesinatos de mujeres, que se convierten en un problema social, a tal punto que da para traer a un especialista norteamericano que estudie la situación y dé formulas para solucionarlo, o al menos descubra algo que la policía nacional no es capaz de hacerlo. Y no falta la fórmula mágica, muy latinoamericana, de apelar a una adivina, Florita Almado, llamada la santa, para que ella también aporte con sus luces las fórmulas adecuadas.
Ahí el ritmo adquiere una modalidad de novela policiaca, con la intriga de saber quien o quienes son los asesinos y el autor pone a un norteamericano para llevarlo como chivo expiatorio a la cárcel y éste a su vez elabora otra teoría señalando que los verdaderos asesinos son los Uribe, gente metida en una red de narcotráfico de las que tanto pululan y siguen pululando en México.
Como si fuera poco, también aparece un representante de las viejas dinastías , la diputada del Pri que nos habla de su familia a la que muy bien le fue con Porfirio Díaz , pero todavía mejor con el rey Maximiliano, lo mismo que con Iturbide y rematando con las épocas posteriores, porque para ella y su familia “ los mexicanos de verdad éramos muy pocos. Trescientas familias en todo el país. Mil quinientos o dos mil personas . El resto eran indios rencorosos o blancos resentidos o seres violentos venidos de no se sabe donde para llevar a México a la ruina . Ladrones la mayoría . Arribistas. Vividores. Gente sin escrúpulos.” ( pags 739, 740 ).
Todo esto es un tejido de la vida de México contemporáneo , cruzado de conflictos y de problemas bastante comunes en Latinoamérica.
Y nos acerca a una realidad tan cruda como la de las cárceles, haciéndolo con unas pinceladas maestras que son suficientes para suscitar el asco y el horror ante semejante degradación.

LA PARTE DE ARCHIMBOLDI

Ese Archimboldi que en el primer capítulo no aparece, no obstante ser el aliciente intelectual de Pelletelier, Morini, Espinosa y la Norton, y que se convierte en algo inasible, ahora todo se enfoca a presentarlo de cuerpo entero, desde su nacimiento en la Alemania hitleriana, el entorno familiar, los estudios y demás acaeceres.
Se trata de Hans Reiter, quien se destaca por su alta estatura y se enrola en el ejército para combatir en la segunda guerra mundial, en los ejércitos hitlerianos, por allá en l.939.
Vive las peripecias de la guerra y tiene que asistir a escenas tan sangrientas y crueles como el asesinato de los judíos, en masa, que algunos jefes de brigada ingeniosos se dan sus mañas para llegar a algo original, como reclutar una bandada de niños callejeros que juegan al futbol y también se embriagan, para convertirlos en pelotón de fusilamiento y dejar que ellos, luego de emborracharlos, procedan a liquidar a los judíos, en medio de la euforia de la borrachera y la inconciencia de los menores.
Así que inocentemente ellos se convierten en los verdugos de los judíos, evitándole el sonrojo de hacerlo por sus propias manos, al comandante Sammer, que con harta delicadeza le saca el cuerpo a las ejecuciones, para lavarse las manos, como Pilatos.
Por eso cuando los niños llegan a acusarlo de que les robó la infancia, él se defiende diciendo: “ el alcohol les arruinó su infancia. El futbol les arruinó su infancia. No yo.
Y agregaba : “ Otro en mi lugar hubiera matado con sus propias manos a todos los judíos. Yo no lo hice. No está en mi carácter. “ ( Pag l59 ).
Y contemplaba el comandante Sammer otro problema de fatiga del metal : “Aún me quedaban cien judíos y estábamos exhaustos mis policía, mis voluntarios y los niños polacos” ( pag 957 ).
Pero terminó la guerra y Reiter volvió sobre su vieja afición de los libros, como cuando de pequeño se robó un libro titulado Algunos animales y plantas del litoral europeo y lo escondía debajo de su cama.
Luego comenzó a escribir su primera novela Ludieke y decidió cambiarse de nombre para publicarlo, que es cuando adopta el nombre de Benno von Arcimboldi .
Y se hace consideraciones sobre el escritor como aquella de distinguir entre el artesano que escribe todo pulidito pero no dice nada y no trasciende. “ Porque en las entrañas del hombre que escribe no hay nada. El verdadero escritor no oculta nada y es necesario que haya muchos libros , muchos pinos encantadores , para que velen de miradas aviesas el libro que realmente importa , la jodida gruta de nuestra desgracia, la flor mágica del invierno” ( pag 983 ).
Y cuando uno está metido de lleno en la novela, seducido por la magia del estilo y su vena de narrador, pero al mismo tiempo cuestionándolo porque la posible desvertebración del texto, ya que nada tiene que ver la parte de los crímenes con estos dos capítulos en donde Archimboldi es el personaje central, pero Bolaño, como buen jugador de póker saca la carta que tenía debajo de la manga y mete a Klaus, el hijo de su hermana, como posible autor de los crímenes de Santa Teresa, enlazando así, unas novelas con otras, para crear el universo que es la obra en total .
En esa forma intercomunica las novelas para darle un contenido de globalidad y convertirla en una obra maestra , con todas las imperfecciones posibles, como el escaso interés en algunos pasajes, lo mismo que la variedad de los temas tratados, pero retomando luego ese vuelo maestro de narrador.
A esta realidad se acerca cuando dice : “ Todo libro que no sea una obra maestra es carne de cañón, esforzada infantería, pieza sacrificable dado que reproduce, de múltiples maneras, el esquema de la obra maestra “( pag 984 ).

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