jueves, 16 de noviembre de 2017

EL INFORME MOLANO



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

“La lucha popular en Colombia se inició en los años cincuenta del siglo pasado, cuando las Farc  asumieron la defensa del pueblo liberal que caía, asesinado, por voluntad de la oligarquía conservadora. Estaba en el gobierno un político conservador reaccionario llamado Laureano Gómez, formado en la escuela del fascismo y, educado por los jesuitas para evitar precisamente la introducción de las ideas progresistas en un  país dominado por terratenientes y comerciantes de postín, como el viejo López, quien hizo una discreta reforma social de la constitución para enervar también a su manera la acción de las ideas de izquierda. Gómez pretendía elevar a cánones constitucionales todo el infundio del estado corporativo copiado de los modelos fascistas y falangistas, pero afortunadamente vino el golpe de estado que precipitó su caída. Dada la violencia desatada por el régimen contra el pueblo inerme, éste no tuvo más remedio que defenderse y quién asumió la lucha popular fue el dirigente campesino Manuel Marulanda Vélez, mal llamado por la oligarquía bogotana como TiroFijo. Si en un  principio las Farc se crearon para defender al pueblo liberal de la arremetida de las fuerzas de la reacción conservadora, sin embargo la clarividencia de un personaje como Marulanda supo interpretar el querer de las masas campesinas que lo seguían con verdadero delirio, transformó la lucha política en una lucha social, para reivindicar al pueblo raso, en su lucha contra las estructuras del viejo capitalismo enquistado en nuestras instituciones.  Afortunadamente fue apoyado por regímenes progresistas como la Unión Soviética, la revolución cubana de  Fidel Castro, la de  Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Con estos apoyos e instrumentos de lucha Marulanda se dedicó a dotar de infraestructura vial a territorios abandonados por el estado, a atender una justicia confiable por parte de sus tropas y a la implantación de una tributación adecuada a los capitales de los terratenientes. Para eso tuvo que apelar a la voladura de las redes del petróleo, contribuyendo así a que el petróleo se resembrara en las laderas olvidadas de nuestras regiones más apartadas. A esto se dedicaban  las Farc, cuando Juan Manuel Santos, un burgués progresista, intuyó que el país estaba ya en la fase dialéctica del paso del capitalismo al socialismo, siguiendo el ejemplo de Lula, Kitchner, Morales, Correa, Chávez y  Ortega. Santos quería adelantarse a la historia y dominar la coyuntura con una inserción de la guerrilla al orden establecido y ganarse el mérito histórico de ser el presidente de la paz.” Es fiel copia.

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