jueves, 26 de enero de 2017

GLOBALIZACION Y NACIONALISMO


POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

En la primera guerra mundial desaparecieron los grandes imperios. Eso desató luego un crudo nacionalismo que a su vez produjo la segunda guerra mundial, cuando Adolfo Hitler invadió  Polonia. La esencia del fascismo en sus dos versiones, alemana e italiana, viene dada por ese sentimiento nacional. En el caso de Italia, en la búsqueda de un  nuevo Renacimiento. Y en el alemán, la expresión darwinista de la pureza de la raza aria y la imposición, por tanto, de su dominio en  el mundo. Sobre esa base estaba montado el poderío de Alemania. Y ese crudo nacionalismo fue el que impulsó a los diversos países, bien sea en el caso especial de Alemania, de la búsqueda “espacio vital”, como decía Hitler, o de la vocación insular e imperial de la Gran Bretaña, o la grandeza de la nación francesa en lenguaje degolliano. Cada país europeo era un mundo antes de la segunda guerra mundial en donde estaba por delante hacer historia a lo que diere, expandirse, invadir regiones o países, haciendo un inventario de sus necesidades. De ahí que se vieran uniones contra natura, como las fuerzas aliadas en donde se encontraba la Unión Soviética que estaba lejos de las demás naciones europeas en su concepción ideológica y sin embargo hacia causa común contra el eje, constituido por Alemania, Japón e Italia. Por eso cuando los alemanes se sienten derrotados y quieren rendirse, no lo hacen ante la Unión Soviética, sino ante los países occidentales a los que se sentía más afín. Pero una vez se liquida esa pugna, se busca la integración europea en un alarde de sabiduría y de buen sentido  y, sobre todo, para no dejar tan mal parado a Descartes, quien se sentía defraudado con  su tesis de la razón como el verdadero centro del hombre. A tal punto, que los filósofos llamaron la etapa siguiente de la guerra como la de la posmodernidad, porque en Auchitz y en los hornos crematorios se había incinerado la razón del “homo sapiens”. La evolución industrial llevó al mundo a la era de la informática y el internet se encargó de desdibujar la soberanía de los países para convertirlos en una aldea global. Así que con el doble anillo de seguridad de la globalización y de la unificación europea, los países se vinieron a sentir acosados y para aliviarlo, entraron a buscar de nuevo sus identidades regionales. Esa una de las razones  del brexit británico y del triunfo de Trump en Estados Unidos.

No hay comentarios: