martes, 24 de septiembre de 2013

POR QUE FRACASAN LOS PAISES



POR:  RAUL   PACHECO  BLANCO.

El hecho de no haber tenido un revolución como la inglesa de 1.688 o una francesa como la de 1.789  que  ampliara  la base del poder político y del poder económico,  bajo el marco de unas instituciones lo suficientemente inclusivas, ha hecho que Colombia no sea un país exitoso..  Esta es la conclusión a la cual llegan  Daron   Acemoglu  y James Robinson en su libro por qué fracasan los países.( Planeta, 2012).  Porque en la colonia, cuando se independiza de España no hubo un rompimiento que echara abajo el orden colonial basado en monopolios, comercio estatal, explotación de la mano de obra, esclavitud y una  clase criolla  asentada como  elite . Bolívar era un terrateniente y alrededor suyo se fueron alineando  los militares que hicieron la independencia, como Santander y los demás próceres. Es decir, los dueños de la tierra. Por lo tanto, no hubo reparto de tierras  sino entre las castas  tradicionales convertidas en militares. Y cuando se produce un mayor rompimiento  a mediados del siglo XIX , al acabar con la esclavitud, los   resguardos indígenas y demás estructuras heredadas, la propiedad de la tierra  en lugar de ampliarse, en que hubiera un mayor número de  propietarios, lo que hizo fue concentrarse, pues los terratenientes terminaron comprando las tierras de los indígenas. La revolución gloriosa de 1.688 repartió  el poder, lo descentralizó, pues el monarca tuvo que ceder  ante los nobles. Luego la revolución industrial da la  base tecnológica  para la transformación económica.  Y en Francia de 1.789 sucede algo parecido y ya no es la nobleza la que se revoluciona, sino el pueblo, el tercer estado, que combatía contra el clero y la nobleza. El poder se abrió y la actividad económica igualmente se amplió  en su base, pues la propiedad se repartió.  Colombia además, no ha podido comportarse como un estado centralizado fuerte, que alcance a llegar con sus leyes y con la satisfacción de las necesidades de las regiones, lo que ha generado la guerrilla y movimientos insurgentes, perdiendo el monopolio de la violencia.  Así  que la dependencia de España durante trecientos años produjo unas estructuras extractivas, como la llaman los autores, en que la monarquía explotaba a sus súbditos, monopolizando tierras y comercio, además de crear unas elites estrechas que van a conservarse a través del tiempo, pues para nada ha servido la independencia, el radicalismo, la democracia, para ampliar los liderazgos, dígalo sino la actual situación política ante las próximas elecciones presidenciales, en que la misma clase política que se disputaba el poder a comienzos del siglo XX y muchas veces antes, son los descendientes de esas familias dominantes. Ahí  están los Santos, los Lleras, López, Samper, como alternativas de poder.

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