martes, 17 de septiembre de 2013

LA MANCHA HUMANA



Por : RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

El ministro Gómez Méndez   debió  sentirse en el pellejo de Coleman Silk, el personaje de la novela La mancha humana de Philip Roth, cuando el presidente Santos dijo con mucho desparpajo y sin que se le moviera un solo músculo de la cara, que él había sido nombrado en el ministerio como representante de las negritudes. Coleman Silk era   un decano de universidad que sentía  la necesidad de apartarse de sus orígenes y labrarse un futuro alejado de ellos, para lo cual escoge como  medio adecuado, una comunidad blanca. Y como lo dice David Villanueva, “simulaba un yo para crearse su propia identidad de blanco. Cada día al levantarse , era lo que había hecho de si mismo , un judío, cuando en realidad había nacido como uno de esos negros de piel clara a los que a veces se les toma por blancos”. En alguna oportunidad  a Coleman Silk, el personaje de Roth, se le escapó una frase sobre unos alumnos que no asistían a sus clases , diciendo que se habían hecho “negro humo”. Esto fue suficiente para que los alumnos negros de una  vez pusieran el grito en el cielo y lo declararan  racista y lo estigmatizaran ante la  comunidad universitaria. De ahí en adelante cayó  en desgracia y se fue a rumiar su  desencanto al lado de una de las aseadoras  de la facultad, con la cual comenzó un romance en medio también de la curiosidad y del escándalo de la misma comunidad universitaria. Pero desgraciadamente el marido de la aseadora vivía tras de ella, acechándola y celándola, hasta que por fin le puso una trampa junto con su amante y cuando se desplazaban en coche por una de las autopistas de la ciudad,  salió de ellos en menos que canta un gallo. Este  desde luego no es el destino del ministro Gómez Méndez , quien tiene asegurado un brillante porvenir.  Las negritudes por su parte no se comieron el cuento de la representación étnica y le exigieron más seriedad al presidente, pues de lo contrario nada de raro tendría que Piedad Córdoba resultara más adelante escogida en el gabinete en representación de las Farc. Además, tampoco es el caso del ministro, pues él no ha vivido en comunidades blancas sino mestizas, ni le  huye tampoco a sus ancestros,  que son chaparralunos y que se remontan , es cierto, a  un  negro andariego que venia del Cauca y se  dedicó  a la profesión de los López del siglo XIX.

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