POR: RAUL PACHECO BLANCO.
El juez español Baltasar Garzón inauguró el nuevo derecho dentro de esta época de la globalización, que elevó a la categoría de delitos de lesa humanidad , aquellos que por su impacto en la sociedad y sus alcances, debían ser criminalizados con mayor dureza. La mayoría de los países entraron a formar parte de ese nuevo derecho, involucrando en sus cartas constitucionales lo que aquí llamamos el bloque de constitucionalidad. Y también se creó el tribunal internacional, para entrar a juzgar esos delitos, con el fin de que no quedaran impunes. De ahí que Colombia, cuando firmó su adhesión a esos tratados, el presidente Pastrana pidió una prórroga de cuatro años, para evitar que la guerrilla pudiera caer dentro del ámbito de esa legislación internacional y ya no se pudiera garantizar inmunidad con la amnistía y el indulto al cual estábamos acostumbrados. los colombianos. Le dio ese margen a la guerrilla, a fin de que se entregara antes de que entrara en vigencia la plena competencia de la Corte Penal Internacional,. Pero si ese derecho no tiene limitaciones en el espacio, pues abarca a todos los países signatarios, en cuanto al tiempo sí tiene limitaciones, pues entran a perseguir los delitos cometidos desde la fecha del pacto o tratado, pero hacia delante; no hacia atrás. En el mundo del derecho tenemos lo que se llama la no rectroactividad de las leyes. Ese es uno de los principios del derecho basado en que las leyes tienen efecto hacia adelante pero no se puede volver atrás para juzgar actos ya investigados y sentenciados. Y la única excepción se presentaba en el derecho penal, para favorecer al demandado o condenado, cuando le convenía, pero nunca cuando lo desfavorecía . Así , que se trataba de un beneficio para la parte acusada y no para el actor o demandante. Ahora el Juez Garzón quiso hacer justicia hacia atrás, tratando de juzgar los crímenes cometidos dentro del gobierno del general Francisco Franco, como ya lo había hecho con el general Pinochet de Chile. Pero no tuvo en cuenta la existencia de una ley de amnistía, que no fue un decreto del gobierno, sino una decisión democrática, aceptada por los diversos partidos durante la época del gobierno de Adolfo Suárez y que los españoles llaman de la transición. Por lo tanto, era una decisión democrática. En estas condiciones el juez Garzón estaba prevaricando, pues atentaba contra una ley nacional, y tenía plena conciencia de lo que estaba haciendo. Luego estaba prevaricando.
Pero le vino a caer más teja : resulta que él aceptó una beca financiada por el Banco Santander, para realizar un curso en la Universidad de Nueva York y después, en reciprocidad, protegió al banco de una demanda por maniobras irregulares. ( Maria Isabel Rueda, El Tiempo 18-IV-10 ) , lo cual constituye un delito de cohecho.
Y para colmo de males, se valió de su condición de juez, para hacer unas grabaciones ilegales, con el objeto de hacerlas valer dentro de un proceso. Es decir, haciendo lo que aquí estamos censurando duramente al Das y su director Narváez y hay acusaciones contra José Obdulio Gaviria. En esas condiciones, actuó en la misma forma en que actuaron los funcionarios del Das que actualmente están siendo investigados y juzgados, dentro de la justificada indignación de los medios y periodistas.
De ahí que el Tribunal Supremo de Justicia de España, ante estos hechos realizados por el juez Garzón, le inició la investigación correspondiente por la comisión de estos delitos y por desatender, la normatividad, democráticamente dada a España en las épocas de la transición.
Si el Juez Garzón, en gracia de discusión se metiera a investigar los delitos de lesa humanidad cometidos en Colombia en épocas anteriores, ya tendría en la cárcel al gobernador de Nariño Navarro Wolf y al candidato presidencial Gustavo Petro o al expresidentes Ernesto Samper y el gobernador Horacio Serpa, por las acusaciones de Rasguño y otros apoyos probatorios en el caso de Älvaro Gómez.
Bien podemos ver, que de seguir adelante dentro de la tónica impuesta por el Juez Garzón, se vendrían a desestabilizar todos los países, porque en la mayoría de ellos ha habido conflictos y se han zanjado con leyes de amnistía.
Luego, como decía el expresidentes López Pumarejo, por ahí no es la cosa.
viernes, 23 de abril de 2010
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