jueves, 14 de diciembre de 2017

EL VALOR DE LAS ENCUESTAS.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

El valor de las encuestas en este momento es muy relativo, pues apenas se pregunta sobre las preferencias de la gente en torno a los candidatos, cuando aún no ha terminado  el proceso de acomodación y más, cuando ya los partidos por si solos no son los protagonistas, sino las coaliciones. Si uno tomara por ejemplo la última encuesta en donde Fajardo lidera la intención del voto, nada más alejado de la realidad que se llegue a producir ese fenómeno. Todo lo que se mueve alrededor de una elección presidencial desborda todos los límites de la imaginación, El mito de la opinión pública queda allí como algo en salmuera, como algo que puede ser y no es, que puede ser alterado. ¿Qué es en verdad lo que está en juego? .El juego del poder, que es el que produce verdaderos resultados. Como se manifestó  en la elección de Ernesto Samper cuando  su tesorero señor Medina dijo que no había un centavo para la segunda vuelta y vino la reacción de los narcos metiéndose la mano a los bolsillos y producir una votación que fue inducida a base de la compra de votos, generada por el poder de la  chequera de los narcos. Y aquí en este momento, en la superficie de las cosas, lo determinante en el juego está  dado por las coaliciones. Ya los partidos no tienen el músculo de antes. El poder estará al acecho para ver hacia cuál de los dos sectores terciará, si hacia el gobierno con toda su maquinaria, unida a los partidos favorables al proceso de paz, o por el contrario, hacia quienes se oponen al arreglo final. Porque hay que decirlo también que la polarización que existía entre Santos y Uribe fue desbordado por el fenómeno de la posiciones en torno a los acuerdos. Así que en este momento, ni el expresidente Uribe ni el presidente Santos son los determinantes para sacar adelante alguna de las dos propuestas, Eso fue desbordado por una nueva realidad, que es la que se está imponiendo y dándole nueva cara a la realidad política. Ellos son actualmente los mascarones de proa de las propuestas pero no los que tengan la capacidad para decidir. Podemos decir que falta mucho camino por recorrer y sobre todo, para saber de qué lado se orientará la fuerza que hoy está latente, pero que solo se concretará el día de las elecciones. ¿Se expresará en forma libre esta vez la opinión pública?

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