POR: RAUL PACHECO
BLANCO.
De estas dos maneras se puede definir la actitud ante la paz
o los procesos de paz ; o como voluntad o como estrategia. Había voluntad en
Belisario Betancur cuando forjó su etapa de las palomas para que los
guerrilleros se reinsertaron.
Cuando le tocó el turno a Andrés Pastrana, también hubo
voluntad, pero se le fueron las manos o los cascos, pues aquello resultó todo
un sainete, una burla de Tiro Fijo que le costó muy caro al gobierno. A las
Farc se le dio la oportunidad de su vida que fue cuando se armó la constitución del 91 y se ofrecían curules y
reinserción y nada de penas. Y además, no existía la Corte Penal Internacional.
Y todo eso lo desechó las Farc. En
cambio ahora, no existe voluntad ni en el gobierno ni en la guerrilla. Se trata
de una nueva estrategia. La guerrilla, pero mejorar su imagen a nivel
internacional y el gobierno para mejorar la suya a nivel nacional y , además
soportar sobre esa política la reelección. De ahí que se conciba la paz como
estrategia y no como voluntad, que es cuando se consigue. El resultado ha sido
tangible : tan pronto se habló y se llegó a Oslo, la imagen del presidente
empezó a salir del sótano. Luego la estrategia funciona. Pero tiene que darse
cuerda hasta las próximas elecciones para que soporte una nueva candidatura
presidencial. ¿ Y si fracasa?. Pues o importa, se rompe el proceso y ese
rompimiento a su vez suscitará una ola de solidaridad con el Presidente, que una
vez más les ha ofrecido a los guerrilleros del Farc la rama de olivo y estos la
han rechazado. Eso le da también fuerza al presidente. Asi que no tiene pierde.
Ahora y si por arte de birlibirloque la cosa funciona, pues o solamente ganará
las elecciones, sino un puesto en la historia que hasta el momento nadie ha
tenido en la historia reciente. ¿ Y porqué no tiene voluntad las Farc para esos nuevos diálogos?. Pues
nunca la ha tenido. En el libro del presidente Uribe hay una anécdota con un ex
guerrillero salvadoreño, a quien le pregunto que porqué habían pactado la paz y
el exguerrillero le contestó : simple, estábamos derrotados militarmente y no
teníamos plata. Pues en el caso presente, las Farc no están débiles como dicen
unos, ni tan fuertes, como dicen ellos. Pero además, tienen plata. Y mucha.
Luego por ese lado no les interesa pactarla. A estas alturas el presidente
Santos es un curtido político que sabe meterse en líos grandes y salir ileso.
La audacia es una de sus características, pues debemos recordar que en las épocas del presidente
Samper, el hoy presidente Santos se la jugó para darle un golpe de estado a
Samper, contando con la colaboración de
las Farc. Cosa que no funcionó, pero que le sirvió para adquirir confianza en
la hechura de jugadas de amplio calado, como esta de la paz. Y es diestro en hacer
quiebres, como los que hace Falcao, pues de ser el instigador de Chávez pasó a ser el gran amigo y de ser el hombre de
confianza de Uribe, pasó a ser su gran
adversario.
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