sábado, 22 de septiembre de 2018

LOS SALTAMONTES



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 
El saltamontes es un insecto de cuerpo alargado, generalmente verde o marrón, con ojos prominentes, como los del ministro Carrasquilla o los del fiscal Néstor Humberto Martínez.  Además, tiene antenas finas, seis patas las posteriores muy largas y robustas, con las que da grandes saltos,( generalmente de la empresa privada al estado y del estado a la empresa privada) y alas protegidas por unas placas duras  denominadas élitros: hay numerosas especies, todas herbívoras. Cuando anidan en la empresa privada, se contagian de las leyes del mercado y establecen pautas para poner en práctica luego. Se trazan objetivos a mediano y largo plazo para enriquecerse, y para ello  emplean todos sus talentos a fin  de que no se quede nada sin  señalarle objetivos: que puede ser un plan para endeudar a los municipios con el señuelo del agua potable para la comunidad, pero con préstamos que arden de usura, pero que bien vale la pena pues es para beneficio de la comunidad, no propiamente la LGTB, sino toda. Dentro de la dinámica del mercado no se les queda pieza por definir, ni determinar ni ponerle dirección y sentido, porque todo está  enderezado a producir, a como dé, contrariando las leyes de la moral, que es una antigualla medioeval ya sin sentido y de la ética, que es otra antigualla liberal que se inventó para sustituir  la moral y enterrarla definitivamente. 

Teniendo pues la vía libre dentro de este terreno de le eticidad, solamente queda el estrecho de la ley, que hay que saber paliar, con  ansias de novillero pero con temple de torero para saber moverse dentro de un espacio que ya no transmite energía sino puro negocio; y sacarle el cuerpo a tanta ley que parlamentarios desocupados se pusieron a hacer para justificar sus costosas dietas, pero siempre pensando en los huecos que va dejando el derecho, para que por allí se cuele la tinterillada que pone las cosas en sus sitio y permite el paso por las amplias avenidas de que hablaba el expresidente Turbay Ayala, en la difícil conversión de la corrupción a sus justas proporciones. Y cuando entran al gobierno ya saben cómo hacer sus cosas, cuando los espera el negocio redondo y todo enmarcado dentro de la ley, sin un solo rasguño al pasar las alambradas de la ley.

El ministro Carrasquilla y el fiscal  son los dos ejemplos se esos saltamontes que ora moran en la empresa privada y luego se van al gobierno, tejen el camino por donde va a pasar el negocio y luego vuelven a la empresa privada, como si tal, para lograr los dividendos que los dejen satisfechos. Y todo, dentro del ámbito del derecho. Para qué la moral y para qué la ética.

NO HAY PEOR CUÑA QUE LA DEL MISMO PALO



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

Tenemos dos ejemplos: el de Pacho Santos y el de la izquierda colombiana.

En el caso de Pacho Santos lo peor que le ha sucedido hasta ahora es el fuego cruzado de su propia familia, que lo ha zarandeado en la forma que ha querido, tratando de rebajar su imagen ante la opinión pública.

Que se cayó del zarzo dice Juan Manuel Santos, en su célebre papel de comediante. Y luego su sobrino Martin le endilga que tiene un tío marihuanero, precisamente cuando se estaba preparando para viajar a Washington para posesionarse de la embajada.

Y no le perdona a Pacho Santos el que se hubiera convertido en seguidor impecable de Alvaro Uribe, aun a costa del papel que debe desempeñar su apellido en la historia de Colombia, cuando Juan Manuel se fue al otro lado tratando de encontrar el hilo perdido de Eduardo Santos, su entronque más fresco con la historia.

A Pacho Santos no le perdonan que hubiera sido vicepresidente y que ahora se apreste a  llegar a la embajada de más rango internacional como lo es la embajada en Washington. Hacen mofa de esos logros.

Él no se siente herido y deja pasar las ofensas como un acto del servicio.

Y el caso de la izquierda, que le garantiza a la derecha estar tranquil, por un  largo rato, dado que Gustavo Petro y Jorge Enrique Robledo no se pueden ver ni en pintura. Dígalo no más el caso de la jefatura de la oposición que según los resultados de las últimas elecciones presidenciales eligieron por ocho millones a Petro como jefe de la oposición. Pero esto no es reconocido por Robledo quien desde el primer momento se dio tentado a  acudir a toda clase de argumentos, con la casuística escolástica en mano, para tratar de enervar un posible efecto del electorado en la denominación de jefe de la oposición, en que el parece haberse estacionado.

La oposición  no pudo ponerse de acuerdo en ese saque inicial y por lo tanto hará una oposición dividida entre los distintos sectores.

De tal manera que la derecha y el gobierno tienen asegurado su futuro pues la pelea interna es más brava que la externa. ¿Quién se imagina a Petro cediéndole el paso a Robledo?. O al contrario, ¿Robledo cediéndole el paso a Petro? Como lo dijimos al principio, no hay peor cuña que la del mismo palo.

sábado, 8 de septiembre de 2018

EL CASO LULA


POR: RAUL PACHECO BLANCO

 
¿Cuándo se presenta un enfrentamiento entre la legitimidad y la legalidad, cual  prima?. La legitimidad es un  valor democrático y la legalidad un valor liberal.

Presentar las cosas así, en el plano abstracto sería muy difícil escoger entre una y otra y se necesitaría meternos ya en el terreno de lo real para analizar un caso específico y ahí si sacar conclusiones.

Porque en teoría, para un demócrata imperaría la legitimidad, pero para un  liberal imperaría la legalidad. Ese dilema puede contemplarse en el caso de Lula Da Silva.

Para un lulista el máximo valor lo da la soberanía del pueblo y si el pueblo quiere que se reelija a Lula, pues lo lógico es que se haga. La ley es lo de menos pues lo que cuenta es el respaldo del pueblo. Pero si ese candidato está sub judice y no solamente está sindicado sino condenado, con juicio ya proferido, ¿cómo se comporta esa legitimidad que se alega para hacer nugatoria la condena de Lula y por el contrario, respetándole el derecho a elegir y ser elegido, se le reelige?.

En primer lugar esta hipótesis no se da en el espacio-tiempo histórico que estamos viviendo, pues la condena se produjo antes que la elección y por lo tanto precede esta condición. Es decir, físicamente es imposible, pues primero se cometió el delito, se investigó y se condenó. Los dos tiempos no coinciden, el del juzgamiento y el de la elección.

Habría que retrasar el tiempo para que las cosas se acomodaran y la legitimidad entrara en el mismo espacio-tiempo que la legitimidad para que obrara con todos sus efectos.

Al no darse esta secuencia es totalmente imposible que el conflicto legitimidad-legalidad se configure. Y aun en gracia de discusión si se aceptara que los dos conceptos concurren al mismo nivel, tampoco sería procedente que primara la legitimidad,¿ pues en qué queda el orden establecido, llevado a una constitución, institucionalizado en unos códigos y sin embargo en un momento dado, por argumentos estrictamente políticos se llevaran de calle todo el estado de derecho?

Y de otra parte, también volveríamos años atrás en la historia de las ideas y de los principios, al aceptar de paso la soberanía absoluta del poder, que desde 1.789 fue quebrada y llevada a la guillotina en el cuello de los reyes. El concepto de democracia implosionaría, se destruiría a sí mismo.

Porque ¿de qué vale toda una institucionalidad soportada sobre normas si en un momento dado se hace a un lado y queda vigente únicamente los derechos de una sola persona? 

LA ERA PEKERMAN


 POR: RAUL PACHECO BLANCO

 
De la era Pekerman queda la  clasificación de Colombia a dos campeonatos mundiales de fútbol, el sentido de equipo, la disciplina observada por los jugadores, la confianza en su técnico. Durante toda esta temporada siempre hubo armonía entre el plantel técnico y los jugadores. No hubo manifestaciones de desorden, de falta de coordinación y antipatías entre unos y otros, sino todo lo contrario, un gran sentido de equipo y un gran respeto por el cuerpo técnico. Sobre este aspecto no hay nada más que anotar y no se debe criticar sino alabar todo lo que se ha hecho a este respecto. Quizá en el plano psicológico el técnico supo inyectar a sus jugadores la confianza en sí mismos, la posibilidad del triunfo y todo aquello que sirve para motivar a un  plantel, y ponerlo en las mejores condiciones para la competencia.

Ahora, en la parte futbolística si bien es cierto figuraba como un  equipo acoplado, sin embargo nunca buscó su propia propuesta de juego, su estilo. Siempre dejó en manos de los contrarios el que impusieran su patrón de juego, acomodándose a la propuesta del contrario. En este aspecto faltó un  poco de imaginación, de iniciativa, de audacia para buscar un estilo propio que lo identificara ante los extraños.

Por ejemplo, el técnico Sampaoli  logró imprimir un estilo de juego tan dinámico a la selección de Chile, que la transformó y la llevó al más alto rendimiento. Era una propuesta a base de pasos largos, rasante y remates desde todos los ángulos.

Luego, es cierto, que ese mismo técnico fracasó con la selección argentina, le pudo el peso de sus compatriotas y las cosas cambiaron. Pero lo cierto es que Sampaoli  le imprimió un estilo al seleccionado chileno que lo hizo grande.

El equipo colombiano en cambio, jugaba basado  en la iniciativa de sus jugadores, sin un libreto previo, siempre enderezado a contrarrestar el juego del adversario, pero sin proponer un juego ofensivo o defensivo.

Siempre el equipo dependió de la capacidad para ordenar el juego de James Rodríguez y de la capacidad goleadora de Falcao García. Esa era la estructura del equipo y de ahí no se movió.

 Por eso hace falta un entrenador que dado el auge del futbol europeo, enderece por ahí su libreto, en el concepto que bajo mi punto de vista es una síntesis del fútbol latinoamericano y el europeo.

Los equipos europeos siempre basaban su fortaleza en la parte física y corrían como unos desesperados, todos al ataque, casi sin concierto alguno. Y los lainoamericanos, en cambio, controlaban el balón, lo paseaban por toda la cancha y cuando se presentara la oportunidad pateaban al gol.

Ahora los europeos incorporaron la técnica del control del balón, pero le añadieron la capacidad ofensiva. Y les dio resultado, pues se llevaron la última copa.

Pero lo que  hay que admirar más en el profesor Pekerman es la identificación sentimental con el equipo, en cuerpo y alma.

 Había que verlo en los partidos por televisión, estremecerse cuando se jugaba en contra de su equipo, su nerviosismo ante un penal, que prefería no mirarlo patear. En fin, una total entrega, que se manifiesta además, en el desgaste físico que sufrió y se le nota por encima el cansancio y la responsabilidad que mantuvo, pues el hombre termino acabado. Eso de que el argentino es sobrado para todo y nada lo inmuta, no es cierto. Perdón, en éste caso.

Por eso merece el agradecimiento no solamente de la hinchada sino de los colombianos todos por la dignidad con que siempre llevó su cargo. Y se fue dolido con los medios de comunicación por el trato que recibió: para ponerlo en términos bogotanos, en la forma más vergaja posible.

sábado, 1 de septiembre de 2018

LA AVIVATADA.


 
POR: RAUL PACHECO BLANCO.

Ya los sociólogos se han encargado de analizar uno de los rasgos más característicos de los colombianos, como es la avivatada. El que aprovecha de una circunstancia para sacarle el mejor jugo posible. Eso fue lo que hicieron Claudia López y la futura primera dama con la consulta contra la corrupción.

Allí se llevaban todas las de ganar, pues quien que esté lúcido se va a negar estar contra la corrupción? La cosa se cae de su peso.

Y, lo peor de todo, es que después de que pierden la consulta se presentan a la televisión como las vencedoras y, todavía más, los canales de televisión se prestan para la farsa, para decir mentiras.

 Porque tal como quedaron las cosas, el Congreso no está obligado darle trámite legislativo a las preguntas que se hicieron en la consulta, pues no llegó a la suma exigida por la ley para consolidarse como opción legislativa. Y los diarios también hicieron eco de la misma transmisión de una noticia que no es verdad.

Tanto que se ha escrito y dicho sobre la posverdad. Y aquí está un caso mondo y lirondo.

Pero ya entrados en gastos se podría aprovechar la ocasión, como lo ha hecho el presidente Duque, para hacer un gran acuerdo nacional alrededor de una propuesta parlamentaria firmada por todos los partidos. Pues algo hay que salvar de los trescientos mil millones de pesos que costó la consulta y derivar de ahí algo positivo para Colombia.

Pero no porque la ley exija que pasada la consulta y con los resultados obtenidos quede el legislativo obligado a transcribir las preguntas de la consulta para que sean aprobadas.

Alrededor de este tema se puede hacer el gran debate nacional para sacar unas conclusiones que salgan de todos los partidos políticos, porque creemos que todos están interesados en sacar adelante normas que atajen la corrupción, pero no con la avivata perspectiva de los organizadores de la consulta para dividir en malos y buenos a los colombianos y tratar de sacar ventajas ante la opinión pública.

Este podría ser el gran propósito nacional, o el acuerdo sobre lo fundamental de que hablaba Alvaro Gómez y que repetía en la campaña Petro.

Con las propuestas de todos los partidos empezaría el gran debate nacional para obtener la fórmula adecuada y consensuada porque todos estamos de acuerdo en que las cosas no pueden seguir como hasta ahora, cuando todo es comprable y las empresas multinacionales hacen lo suyo para hacerse a los servicios de funcionario públicos.

Y esto contando ya con el conteo definitivo en donde la consulta no llegó a los doce millones y se quedó  en once millones seiscientos mil votos.