jueves, 19 de diciembre de 2019

EL MIEDO DEL PORTERO AL PENALTY


POR: RAUL PACHECO BLANCO

Para abordar la novela del reciente  premio Nobel de literatura, Peter Handke,  El miedo del portero al  penalty, hay que tener en cuenta que el estilo narrativo del novelista se basa en la sugerencia, más que en el relato escueto de los hechos.

Entrando en materia se trata de la historia  de un futbolista que le fue mal en su carrera y luego se convirtió en un empleado de empresa, donde también le fue mal y lo echaron. Quedó errante. Pero alienado en tal forma de su trabajo de portero, que siempre lo acompañó el miedo al penalty y, por eso, lo siente en su propio pellejo, que una vez se le aparece como miedo y entra a tomar con sus manos el cuello de una mujer hasta ahorcarla, dentro de una atmósfera que se mueve en universo kafquiano en terminados momentos. Es el paso del recuerdo a los sentidos, a la piel, como reflejos, como sentimientos que aparecen en un momento para marcar la conducta.

Es de tal magnitud el impacto del portero ante el penalty, que dentro de la teoría de la evolución estaría incorporada a la naturaleza humana en su discurrir permanente, como reflejo condicionado.

Es un modelo para armar, como diría Cortázar, en donde el autor va dejando un reguero de perlas por el texto, para que el lector las recoja y arme su propio modelo.

Ya al final, se ve que el miedo del portero también contagia al delantero que patea, porque si por miedo el portero se quedó parado, el delantero, por miedo, se la tiró a las manos. Y santo y bueno.

Recogiendo esas perlas nos encontramos con esta:  “Esa impresión de engaño y simulación –esa simulación con el pito del árbitro en el macuto- , desapareció solamente cuando estaba en el cine”(pag 20)

“ Inesperadamente le puso las manos en la garganta. Al momento comenzó a apretar tan fuerte  que a ella ni por un instante se le ocurrió tomárselo en broma …Tenía un miedo mortal … Se dio cuenta de que a la chica le salía un líquido por la nariz”(pag 26)

“Estuvo caminando un  rato campo a través. La sensación que tenía de que le caía en la cabeza una pelota muy pesada, mojada por la lluvia, cedió un poco”. (pag 52)

“Por ejemplo, si Bloch hablaba de la factura de costillas que había sufrido siendo portero, ellas contestaban que unos días antes había caído un trabajador de una pila, que había tenido que coserle los labios varias veces, chocó con un lateral de la portería y se partió la lengua por mitad”( pag 71).

“Cuando se palpaba recibía una sensación desagradable, pero entonces se dio cuenta de  que lo ocurría era solamente que su conciencia de sí mismo era tan fuerte, que la sentía en forma del sentido del tacto en toda la superficie de su cuerpo; como si de hecho su conciencia y sus pensamientos, de una manera manifiesta y palpable, se hubieran vuelto contra él. Yacía allí indefenso, incapaz de resistir, con su repugnante  interior al descubierto… Se había producido una sacudida y con una sacudida se había desnaturalizado, se había roto su cohesión  con el curso de los acontecimientos”( pag 87),

Luego, “ Qué había sucedido antes?. ¡ Si! Antes, según él le venía ahora a la memoria, había pensado: “sorprendido por el tiro, dejó que la pelota le rodara entre las piernas”. ( pag 88)

“Todo lo que percibía, movimientos y objetos, le hacían pensar en sensaciones y sentimientos, no lo hacía como si estuviera recordando un hecho pasado, sino que los revivía como algo presente.” ( pag 121)

Lo demás en el aspecto narrativo son intrascendencias de la vida cotidiana que acentúan una vez más, el estado  de inconsciencia en que se debate el exportero, luego de su traumático paso por el fútbol y de su miedo ante la opción del penalty.

Se trata de una exploración biológica tanto a la conducta como al lenguaje del hombre como cuerpo.

 

miércoles, 27 de noviembre de 2019

LA CASA ALEMANA DE ANNETTE HESS

 

POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

Empecé a leer la Casa alemana luego de haber leído, con un deslumbramiento mayor que cuando leí Cien Años de Soledad, Solenoide, la novela del rumano Cartarescu. Y si en Solenoide uno no sabe qué admirar más, si el lenguaje poético que lo envuelve como un velo transparente, en donde la metáfora vuela más que un pájaro y en que la imaginación se desborda para caer ya en predios de los sueños y enlazar esos sueños con la realidad, era parte de la savia nueva que le inoculaba Cartarescu a la novela contemporánea.

En cambio en la Casa Alemana el lenguaje es lo de menos. Está escrita como si fuera deliberadamente en estilo nazi, con frases cortantes, demasiado cortas, en donde la novelista no se permite ninguna clase de licencia literaria, sino que bordea la realidad en un lenguaje crudo, cortante.

Así que si uno se encuentra en un comienzo de capitulo con frases como: “ Una luna llena iluminaba débilmente la carretera que pasaba por el hostal”, se siente uno en corral ajeno, pues la novelista nos  ha acostumbrado a su prosa nazi. (pag 389)

Me llamó mucho la atención el manejo del tiempo y el espacio, pues desaparece éste último en beneficio de aquel, o los funde en uno solo. El espacio-tiempo de Einstein.

 Lo cierto es que la descripción de lugares, la composición de escenas está  lejos de adquirir el perfil de la novela moderna. Por eso los hechos se atropellan entre sí y, la prosa, el estilo es lo de menos. No arma una sola frase, no hace melismas con la prosa.  Me hizo recordar a Alan Robbe Grillet, quien por el contrario, se dedica a contemplar el espacio, a concretar formas , escenarios, con la morosa delectación con que lo hacían los directores de cine, en “ la nueva ola”, en que la cámara se desplazaba con una lentitud pasmosa, desesperante.

En tanto que aquí el solo tiempo, o como decíamos anteriormente, el espacio-tiempo lo maneja en esa forma.

Pero lo fundamental está en el complejo de culpa del pueblo alemán, luego del holocausto de Auschwitz, que es trasmitido de generación en generación y le llega a la protagonista, Eva, quien no soporta la carga que esto envuelve y se debate en una incertidumbre que le nubla el panorama.

A su vez, toda clase de relaciones están manchadas por esa huella de la violencia nazi, que deja Jürgen , que además de sus padecimientos corporales, tiene que enfrentar el pasado conflictivo.

Eva es una traductora y tiene que trabajar en un proceso de juzgamiento a crímenes de guerra,  en donde comparecen sus padres, por haber sido el padre cocinero de un casino de oficiales nazi.

Y Eva piensa alrededor del comportamiento ético de sus paisanos, quienes todos pretenden eludir el conflicto y dar la sensación de que estuvieron ausentes, cuando en realidad los carcome hasta el alma.

El amor que cruza la historia se ve interferido por estas consideraciones, y otras más, que hacen del romance una aventura casi que cruel.

“SOLENOIDE” LA NOVELA DE CARTARESCU


POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

“Para Descartes el hombre es sujeto en el sentido de la yoidad que representa. Para Niestche, el hombre es sujeto en el sentido de las pulsiones y los efectos que subyacen como factum último, es decir, resumiendo, del cuerpo. Toda interpretación del mundo se lleva a cabo retrocediendo  al cuerpo como hilo conductor metafísico”. Pag 672.  Niesztche , Martin Hidegger

La novela de  Cartarescu tiene dos ejes: por una parte, la imposibilidad del hombre de captar la realidad plena, tal como es y no como llega a su retina, de paso por el cerebro y, el cuerpo como limitación también del hombre, pero con el cual se tiene que contar.

Por eso a través de la novela se hace permanentemente alusión a la materia de que estamos compuestos, reunido todo en el cuerpo, con sus sentidos, sus órganos, su cerebro.

 

Es la vida del hombre que no puede salirse de su caparazón de cuerpo, tejidos, órganos, sin destino posible, que está  al vaivén del cosmos, en el cual puede suceder cualquier tragedia.

Y solo lo ennoblece el cerebro, que le permite la fuga del sueño, durante el cual caben cualquier clase de representaciones, monstruosas.

La novela no es lineal. Así que en unos  capítulos se refiere a su vida en la escuela de la cual es profesor, para narrar lo que sucede allí, con sus personajes, pero luego vuelve a la infancia, a los nueve años, cuando recluido en un hospital para tuberculosos, para que lo curen y permanentemente vuelve sobre lo mismo, intercambiando sus capítulos con uno y otro tema.

Pero lo más recurrente es el mundo de los sueños. Se llega un momento, pasando la mitad de la novela, en que la narración parte de realidades  para terminar en la narración de sueños, en donde caben toda clase de situaciones, pero en el fondo hay un llamado a la limitación del hombre, que tiene un cerebro que no lo cubre todo, que deja mucha realidad por fuera, pero a su vez, está limitado por el cuerpo.

Es la gran novela del siglo XXI, un siglo dominado por la ciencia, donde el novelista se nutre de física, que está al día, en cuanto al aporte de Einstein, la posibilidad de viajes planetarios, la conciencia del hombre que tiene actualmente del cosmos, de los choques de los cometas, de la pluralidad del universo y de la nimiedad del hombre ante semejante circunstancia. De ahí el afán de salirse de sí mismo, como lo proclama el narrador de la novela, de pedir auxilio, socorro, palabra que le dedica cuatro hojas de la novela, para hacer énfasis en ello.

sábado, 28 de septiembre de 2019

BIOGRAFIA DE BARCO DE MALCOM DEAS



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 Está uno tan familiarizado con la biografía novelada, o por lo menos con el modelo de crónica o  historia de los hechos, que el simple trabajo de archivo le deja a uno la sensación de un  borrador o de unos apuntes

Este es el caso de Malcom Deas, con su biografía sobre Virgilio Barco, quien hace un trabajo de archivo y sobre el soporta todo el andamiaje de la biografía, pero sin que se meta de lleno en la vida del personaje, sin que se relacionen los hechos para alcanzar el grado o clima que se respiraba en esa hora.

De entrada, hace un  flojo recuento de lo que fue la vida de Barco en provincia, donde recibió el bautizo de la violencia política, sin que nos quede algo que llame la atención, quizá porque se trata de un personaje que es el antipersonaje mismo, ya que carecía de lo más elemental para un  político y es su capacidad  de comunicación, su facilidad de expresión o al estilo del político tradicional, cuyo modelo es el político humanista. Nada más alejado de la personalidad de Barco que esa clase de modelos.

Se centra luego la biografía sobre el tema más importante como lo fue su presidencia, una presidencia, que recibió todo el calibre de la fuerza del narcotráfico. Como que los más duros golpes que este dio al país los realizó dentro de la presidencia de Barco.

Pero como decíamos atrás, se echa de menos el relato que nos reviva esos momentos tan álgidos vividos por el país, cuando las bombas eran la manera de dar los buenos días y en donde faltó poco para que el jefe de la policía, el general Maza Márquez, saliera volando en átomos como Ricaurte en San Mateo.

En lo referente a la presidencia, el trabajo de Deas se reduce a darnos una idea de los anillos de poder que interactuaban alrededor de Barco, pues mientras el senador Mestre, era el encargado de armonizar el juego político con el congreso, existía, lo que llamó Mario Latorre, el sanedrín, que eran los encargados de idear la alta política, en donde estaban él, Cepeda, Juan José Turbay. Y otro, el que manejaba el tiempo del presidente, como su secretario privado, el empresario.

Y le faltó  a Deas investigar más a fondo el por qué Mestre no pasaba de ahí, de ser la carne de cañón en el congreso, lo mismo que Rodolfo González en la Contraloría, para encontrar con que Mestre era el enlace con el cartel de Cali, que entre otras cosas, le tenía colocado a su hermano en el banco de los Trabajadores de Bucaramanga,  propiedad del cartel, lo cual los hacia impresentables ante la opinión pública.

Y hace la enumeración de los principales problemas que tuvo que enfrentar la administración, en donde el tema central es el narcotráfico, luego analiza el papel desempeñado por las Fuerzas Armadas, la Policía, el Das y la justicia, lo mismo que trae a cuento el proceso con la guerrilla del presidente Betancur, al hacer un contraste con lo que estaba haciendo Barco y encontrar lo mal concebido que estaba el de Betancur. Y enumera los principales eventos de la violencia de los narcos.

El país  no se dio  cuenta del paso del simple goteo de la marihuana al narcotráfico con  la coca, que ya adquiere relevancia mundial y de un simple arranque en Santa Marta con la marihuana se pasa al problema grave que se vino a  contemplar más adelante.

Y queda muy claro que el proceso de la nueva constitución vino precisamente de la administración Barco, que presentó el proyecto, pero no alcanzó a socializarse lo suficientemente y, en ultimas, tuvo que abortarlo para no dale gusto al narcotráfico que exigía la aprobación de la no extradición, cosa a la que no se allanó Barco.

El verdadero gestor de la Asamblea constituyente fue Barco y No Gaviria,

LA BIOGRAFIA DEL LIBERTADOR DE MARIE ARANA


POR: RAUL PACHECO BLANCO

Leyendo la biografía de Bolívar escrita por Marie Arana, se da cuenta de que Venezuela está tomada, no por los amigos del Libertador, que la llamaron bolivariana, sino por los amigos del general Páez, el célebre león de Apure, quien vivió  en plan de furioso nacionalismo.

Y en realidad de verdad, el que estaba fuera de lote y tenía un concepto global de estos pueblos, era Bolívar, los demás, no pasaban de sus propias fronteras de país, bien sea Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú o Bolivia. En eso lo dejaron solo al Libertador, como en su final, cuando recorre el periplo hacia San Pedro Alejandrino, para que cesaran los partidos y se consolidara la unión, cosa que evidentemente no ocurrió.

Se trata de la más completa biografía del Libertador, en donde no quedó espacio que no se investigara y trae a cuento multitud de hechos que aparecían enterrados en la desmemoria bolivariana.

Todo comienza cuando los Bolívar en Venezuela se llamaban De Bolívar, por títulos de nobleza que negociaban con la corona española y que les dará cabida para que el niño Simón Bolívar a los trece años, sea recibido por la realeza y haya conocido a Fernando Séptimo cuando también era niño.

El hecho de haber quedado a tan temprana edad huérfano y en manos de sus tíos, le dará la oportunidad de conocer mundo, de codearse con  la realeza europea y se da el lujo de tener su propio preceptor como Simón Rodríguez, mientras sus propiedades en Venezuela le dan para sostener ese tren de vida, lo mismo que las minas.

Se casará muy joven con doña Teresa del Toro, cuya muerte tan temprano lo dejará una vez más solo frente a su destino, que ya sentía dentro, como  lo era la independencia de su país y de  América.

Y vienen sus primeras luchas y conoce al precursor, a quien sigue y pelea a su lado, hasta que cansado ya de luchar se echa con las petacas y se las cobra Bolívar, cuando lo hace preso y lo entrega a las autoridades españolas.

La historiadora nos pasea por uno y otro país, ya sea Venezuela, ya la nueva Granada, donde Bolívar empieza a hacer sus primeros pinitos para conseguir la independencia. Y le saca partido a la invasión napoleónica a España, cuando el corso, engaña a Fernando VII y le pide permiso para pasar a Portugal y se queda dentro de la España del borbón, a quien hace preso y empieza a la dominación en manos de su hermano el célebre Pepe Botella, a quien hace regente.

Admira también cómo las autoridades colombianas le dan carta blanca al libertador para que empiece su lucha contra la monarquía española y su paso por las demás repúblicas andinas, donde se le abren las puertas, bien sea Ecuador, Perú o Bolivia.

Si bien la autora describe hasta el último acto en la vida de Bolívar, no ahonda en su concepción política ni se adentra en lo que fue el aporte suyo tanto al derecho como la orientación política  que debían seguir los países recién libertados.

 

 

 

DECIDIÓ CONTARLO ENRIQUE PERRY



POR: RAUL PACHECO LANCO

Guillermo Perry sacó la cara por loa técnicos y  escribió un  libro para  contarnos todo lo que había hecho en su paso por los principales cargos de planeación y de hacienda, en distintos gobiernos, para darnos cuenta del trabajo realizado, como para darnos una idea de las personas que ocuparon la presidencia de la república. De ahí que nos demos cuenta de mucha letra menuda, que pasa de largo sin que se tenga conocimiento de ella y pasa desapercibida.

También  para hacer un  inventario de los presidentes que nos han gobernado y la actitud valerosa y honesta que tuvo en el gobierno de Samper, al haberle renunciado por la entrada de dineros calientes a su campaña política. Y le dijo en su lenguaje de técnico que no siguiera mamando gallo con eso, que se entregara a las autoridades y dejara de seguir jodiendo, con la misma cachaza con que en familia se trata la familia Samper en familia. Que a él no le venía a mamar gallo y por eso se separó  del gobierno.

El tiempo se ha encargado de darle razón y hoy lo tiene como un personaje de mostrar, que además, en parte, ha ayudado a dirigir nuestras finanzas públicas por muchos años, en un  país, como Colombia que se ha caracterizado por el buen manejo de la hacienda y la economía colombianas. Así el manejo político haya sido otra cosa.

Es benévolo con los presidentes de su propio partido, mientras muy severo con los conservadores, especialmente con el  expresidente Misael Pastrana a quien no puede ver ni en pintura, y lo considera como el ser más vanidoso del mundo porque se pone bravo con un subalterno que le falta al respeto, mientras admira al presidente López Michelsen por haber contratado a los rusos, para mostrar en algo su identidad de izquierda, para que realizara la construcción de la represa de Urrao y que los rusos, en demostración de afecto y gratitud le habían correspondido con la traducción al ruso de su novela Los Elegidos, y llevarla al cine.

Este artículo se escribió antes de la muerte de Enrique Perry, hecho que lamentamos.

 

martes, 3 de septiembre de 2019

LA “NIÑA CECI” EN EL EXTERNADO DE COLOMBIA

POR: RAUL PACHECO BLANCO

Esa mañana el sol lucía radiante, sin sombra alguna que viniera a interrumpirlo y penetraba por todos los recodos de la entrada principal del Externado de Colombia, poblada de muchos árboles, pero sin que llegaran a perjudicar el brillo del sol. Se realizaba un acto académico, en donde llevaría la palabra el expresidente  López Michelsen, quien se hallaba acompañado de su esposa, la niña Ceci, como la llamaban las gentes de Valledupar, cuando aquel fue el primer gobernador del nuevo departamento. Eran los años noventa.

Yo trataba de acomodarme, de buscar un lugar donde el sol no apretara tanto y lo mismo le ocurría a otros tantos y, alumnos y profesores  nos  reuníamos  para escuchar al expresidente.

En las filas de los invitados especiales estaba la niña Ceci, pero sin que pudiera protegerse de alguna sombra amable. Se hallaba sentada si, en un incómodo asiento metálico, pero con el sol de frente, acariciándole el rostro blanco y sonriente. Miraba hacia un lado y otro y  le paraba bolas a lo que decía su esposo, quien leía su discurso, con ese dejo pausado que lo caracterizaba, rayano en la languidez.

Yo por mi parte, cada vez que podía, mientras escuchaba al expresidente López, miraba hasta donde se encontraba la niña Ceci, y establecía comparaciones con la demás gente: Señoras muy bien arregladas, bien sentadas, pero con la incomodidad a flor de piel, en sus rostros se veía el fastidio por el sol que les caía de frente y sin esguinces. Y volvía a mirar a la niña Ceci, y encontraba su rostro imperturbable, sin un  ligero gesto que denotara cansancio, fatiga, fastidio, nada, siempre la sonrisa a flor de piel. Sin arrugar la cara.

Alguien al verla bajo el sol picante de tierra fría, que es más fuerte que el de tierra caliente, le  acercó una sombrilla compasiva para ablandar el sol. Pero ella, con la misma sonrisa en los labios, sin mover un solo músculo de la cara, dio las gracias y rechazó la oferta.

Ante esta actitud la amable anfitriona tuvo que retirarse con su sombrilla en las manos, para colocarla en el mismo sitio donde la había tomado.

Y la niña Ceci, seguía impávida. Y sonreía, como sonríe la realeza en ceremonias parecidas.

Yo me distraje más mirando la actitud de la niña Ceci, que en el discurso del compañero-jefe, y  no hallaba donde protegerme  del sol calcinante, que en nada afectaba el rostro sereno de la niña Ceci.

Ahora, a los 105 años y cuando ya no le caía  el sol en la frente se ha ido con la misma sonrisa en los labios, la Niña Ceci.

 

jueves, 25 de julio de 2019

LA MUERTE DE JESÚS


POR: RAÚL PACHECO BLANCO

En la última novela del premio nobel  J.M.Coetzee, se da el lujo de pasearnos por la vida del pequeño David, quien a la edad de diez años contrae una rara enfermedad, pero no por ello pierde ese aliento sobrenatural que lo cobija y que lo hace perdurar ante su comunidad.

¿Cúal es la intención de Coetzee? Por qué tituló la novela como la muerte de Jesús si Jesús no entra en escena en la realidad y Coetzee se engolosina presentando perspectivas, cada vez más profundas sobre su personaje, a quien el lector lo toma  como la imagen de Jesús, para divagar acerca de la familia de David y sacar algunas conclusiones.

Es un novela abierta y  da para muchas interpretaciones y consideraciones: por ejemplo: Por qué hace tanto énfasis Coetzee en la orfandad de David y en la falta de química entre él y sus padres adoptivos?  ¿Se trata de humanizar a Jesús al criticar que no había sido concebido por la virgen María, dada su naturaleza divina y la unión de pareja entre ella y José queda en una encrucijada, como si el matrimonio no fuera la máxima expresión  de amor entre cónyuges y la justificación de sus relaciones carnales, para engendrar otros seres y proyectar al hombre a través de los tiempos?

Pero si es innegable el afán de Coetzee por proyectar la muerte de Jesús, que vuelve y juega, como en la concepción nietzhcheana del eterno retorno, al encarnarse de nuevo Jesús en un huérfano y ver que no casa con sus padres adoptivos, a quienes les falta responsabilidad en la tarea escogida y tacha de ineptos, Dimitri, el personaje que hace las veces del malvado pero en trance de corregirse y asirse a una fe que lo restaure y lo proyecte en su nueva vida.

Y cuando les dice en una carta para el padre adoptivo de David, Simón, algo tan concreto como esto: “Pero tú sabes la verdad. Y la verdad es que jamás fueron una familia feliz, ni siquiera una familia. La verdad es que el joven David no era hijo de nadie, era un huérfano a quien, por razones personales, acogiste bajo tu ala y rodeaste con un cerco de espinas para que no pudiera huir y remontar vuelo”.

Luego la intención de Coetze es hacernos ver que a Jesús terminamos matándolo y no comprendiendo su mensaje y, sin embargo, algo queda de semejante desafío. A Jesús lo matamos cada rato, lo consideramos como un huérfano a quien no permitimos  se realice, por lo menos en nuestros corazones.

En cuanto al culto por el quijote de Cervantes, es una confesión personal de Coetze, quien ha preferido que sus obras sean cobijadas por el español y no el inglés, por cuanto para él la lengua inglesa está lejos de llenar sus expectativas de interpretación.

Por lo demás, la prosa no se da ninguna clase de lujos ni aparecen metáforas deslumbrantes ni nada que se la perezca, pues la regla es la claridad, despojada de toda arandela que distraiga sobre la esencia del relato, que va por los predios de la filosofía, filosofando, lamiendo la corteza de las palabras en su significado.

LA GRAN HISTORIA DE TODO


POR: RAUL PACHECO BLANCO 

Se trata de un libro muy completo sobre los orígenes del universo, donde se tiene oportunidad de estudiar paso a paso  el proceso que se vivió hace millones de años, para llegar a lo que es el mundo en la actualidad. David Cristian, el autor, envasa en umbrales los distintos periodos de la formación o creación del mundo: Desde  el bing bang, pasando por las  estrellas, las galaxias, el sol, la vida, los humanoides, el homo sapiens, para pasar luego al periodo de la agricultura y la ganadería, al holoceno, cuando se ponen en uso y se descubren el carbón, el petróleo, el gas, hasta llegar al antropoceno.  

Se trata de un  auténtico libro de consulta para obtener toda clase de datos: Los 13.800 millones de existencia del universo, con el bing bang  como origen, los 200.000 años del homo sapiens, los 5.000 años de vestigios de ciudades, estados y civilizaciones agrarias, los 2.000 años de los imperios romano y Han, los 200 años de la evolución de los combustibles fósiles, la gran  aceleración hace cincuenta años.

Además  de la existencia de la Pangea, cuando los continentes estaban juntos y no separados, como ahora y, la posibilidad de que se llegue a la Amasia, cuando América y Asia se conviertan en un solo continente. Y datos como el de la extinción de los dinosaurios a consecuencia del choque de la tierra con un asteroide, y la posibilidad que puede volver a suceder. La forma como está cimentada la tierra, que en su redondez  y hacia el centro se halla la placa metálica compuesta de hierro y níquel, que produce la gravedad, luego el manto que está compuesto por zonas de gas, aire y agua y, por último, la corteza que sostiene todo el andamiaje de los continentes y los océanos;  el manto que cubre una superficie de 3.00 kilómetros y la corteza que abarca cinco kilómetros.

La ascendencia del homo sapiens, que viene del chimpancé, el gorila y el orangután, para llegar a formar lo que fue el neandertal, para luego seguir con el homo erectus y luego llegar al homo sapiens, que es la especie nuestra que ya está llamada a desaparecer de la faz de la tierra.

Muestra cómo hemos ido acabando con la biosfera a raíz de descubrimiento de  los gases de efecto invernadero, que tiene en ascuas el ambiente propio para la vida y cómo hemos pasado de la biosfera a la noosfera, que es el mundo de la mente, con la singularidad de nuestro cerebro, que es el que ha dado lugar a tanto desplazamiento del conocimiento, hasta llegar a tiempos tales, en que el adelanto científico y tecnológico tienen en aprietos la existencia misma  del universo con la energía nuclear convertida en bombas atómicas.

ÁLVARO, EL LIBRO DE CONSTAÍN


POR: RAUL PACHECO BLANCO

Juan Esteban Constaín, el joven escritor payanés,  escribió  un libro sobre Álvaro Gómez y le resultó uno sobre Laureano Gómez y su hijo. Es más, yo creo no exista mejor defensa de Laureano Gómez  que la  hecha en su libro por Juan Esteban Constaín.

Para eso tuvo que tragarse muchos sapos, como la leyenda negra contra Marco Fidel Suárez, el presidente paria, a quien Laureano vapuleó sin misericordia y le hizo la vida imposible, por haber vendido sus sueldos, cosa que no haría un funcionario oficial ahora, cuando dispone del tesoro nacional para sortear toda clase de eventos de este tipo. Antes por el contrario, López y Gómez le armaron la trinca desde el banco Mercantil, del cual era gerente López y, violando la reserva bancaria, dispusieron a “tutiplén” de toda clase de filtraciones para enlodarlo.

Y luego le facilitó las cosas a López para pagarle el favor  de haberlo empleado, decretando dos abstenciones que le permitieron llegar al poder y  hacer lo que quiso con el Congreso, para su reforma constitucional de 1.936. Y pasar de agache ante la embestida de la “revolución en marcha” y todo porque con López habían decidido que el próximo turno presidencial era para él y, solo cuando  López lo traicionó y nombró Ministro de Relaciones Exteriores  a Enrique Olaya Herrera, con vocación presidencial para el próximo periodo, vino a reaccionar en la forma como lo hizo, decretando una guerra sin cuartel.

Lo que sí es muy positivo en el libro de Constaín, es el  nuevo enfoque de la violencia, en donde señala que ella comenzó en el año 30, en el gobierno de Olaya Herrera y, que son igualmente responsables, tanto uno como el otro partido, cosa que los liberales siempre se han sentido las víctimas y en ningún caso los victimarios. Ahí demuestra una alta dosis de valor para sostener tal tesis.

Pero como decíamos al principio, la biografía en realidad de verdad  es de Laureano y tangencialmente de Álvaro.  Sólo los últimos capítulos se los dedica íntegramente a Álvaro, dejando mucho espacio sin  cubrir de ese último tramo  de su vida, que terminó con su sacrificio.

Desaprovechó la oportunidad de hacer un corte de cuentas tajante, entre uno y otro personaje, cuando debía tratar los hechos que solamente se referían a Álvaro y dejar a un lado el protagonismo de Laureano, que  hace mucha sombra a la imagen de  Álvaro Gómez, ya que disponía de material de primera mano suministrado por doña Margarita de Gómez.

Sugiere apenas la alabanza de Álvaro, cuando  ha debido terminar con ella, al lograr superar el anacronismo  de Laureano Impulsando una reforma constitucional como la de  Portugal de Oliveira Salazar, cuando ha debido fijarse en lo que estaba sucediendo en la posguerra europea, cuando De Gasperi y Adenauer le estaban trazando las vigas maestras del estado de bienestar, como si hizo Álvaro al poner las bases del estado social de derecho en la constitución del 91.

 La de Oliveira,  era el solo reflejo del estado corporativo ideado por Benito Mussolini. 

Tratando de sacarle  el cuerpo al fascismo, terminó consagrándolo institucionalmente, cosa que no llegó a cuajar por el golpe de estado del 13 de junio. Y termina el libro sin que sepamos a ciencia cierta en qué consiste el Régimen, porque si el Régimen estuvo representado en un  momento dado en Marco Fidel Suarez, pues apaga y vámonos. El Régimen es el poder. Además, cuando don  Marco, la que mandaba era la Iglesia.

Hoy conservadores y liberales constituimos la derecha.

lunes, 17 de junio de 2019

LA ÚLTIMA NOVELA DE VALLEJO


POR:  RAÚL PACHECO BLANCO

 
Esta vez Vallejo se desdobla en un dictador que le permite liberar todas sus fobias y proceder a fusilar a todo el mundo: al papa Francisco, a la religión católica, a los expresidentes todos, pero con especial saña  a César Gaviria a quien no le perdona sus deslices heterosexuales, bordeando la injuria.

 Por eso a veces no sabe uno si está hablando Vallejo o el dictador, pues vienen a ser una misma persona.

Al principio de la lectura de su novela, uno se hace la consideración: es  de más de lo mismo, con sus expresiones de grueso calibre y sus fobias contra las mujeres, los colombianos, pero luego va tomando forma el discurso y es donde uno admira la rica prosa que maneja, tan difícil porque se puede llegar fácilmente a la retórica, pero él desde luego no llega. Y se admira también de la cultura que permea todo lo escribe, porque por ahí saltan conocimientos de física, de la teoría de la relatividad, de religión, de literatura, de ciencia, como lo dejó muy claro en el libro ”La Puta de Babilonia”, donde pone contra la pared a la religión católica.

Conoce al dedillo la psicología  del hombre que va al volante, sea de una moto o de un automóvil  y cuando ve un  peatón en la vía, acelera, el hp…

El libro no tiene  capítulos y está escrito como para leerlo de un solo tirón. Se  repite si mucho a través de todo el texto.

Y el dictador también es homosexual, como él y, antioqueño también y, despacha también en el palacio de Nariño o en el de la carrera, hasta que se muda a Casablanca, su casa. Así pues, es un dictador de bolsillo. Por eso no desperdicia  ocasión para poner en entre dicho a la mujer, llamándola a juicio y se desgrana en fantasías cuando habla de los hombres.

La emprende contra el consumismo igual que contra Cristina Kischtner, a quien no puede ver ni pintada, quizá por esos difíciles ángulos de su rostro, que por unos ángulos  se ve agraciada y por otros no.

Por eso se va lanza en ristre contra los almacenes Éxito, que mantiene enajenado al colombiano ávido de comprar cosas y más cosas.

Llega al poder, luego de un golpe de estado militar dado al presidente Duque y lo entroniza a él, para empezar a fusilar a todo el mundo y ñor Raimundo.

Cuando se retira del poder llega  de nuevo a Casablanca, la casa familiar que lo mantiene alejado de la antioqueñidad y de la colombianidad.

Para él el tiempo no existe y por eso después de dejar el poder, sigue mandado y fusilando a los que todavía no han merecido su castigo.

Pasa un rato agradable el lector luego de trajinar por sus páginas apretadas de insultos y palabras de grueso calibre, sobre todo, para los expresidentes, a quienes ama bajo sus garras.

martes, 11 de junio de 2019

LA BATALLLA POR LA PAZ DE JUAN MANUEL SANTOS


POR: RAUL PACHECO BLANCO

El libro del expresidente Juan Manuel Santos sobre el proceso de paz es el testimonio de primera mano de uno de sus actores, escrito en estilo periodístico, con capítulos cortos que permiten respirar al lector y empaparse de la historia, sin sosobra. Pero ya al entrar en materia, tiene sus complejidades: el expresidente Santos maneja una personalidad igualmente  compleja  y  su obra de gobierno, sujeta a las apreciaciones  del crítico complica aún más las cosas.

Por ejemplo: Si el lector es uribista, no le perdona nada de lo que hizo el expresidente y lo condena a cadena perpetua, porque le concedió  todo lo que pudo a la guerrilla para que se desmovilizara y entregara las armas.

Y si es santista, encontrará que si bien él no derrotó a las Frac, en plano militar, fue su “verdugo”, organizó con todo el tiempo del mundo el proceso con la guerrilla, lo perfeccionó de tal modo, como el expresidente se encarga de señalar, teniendo en cuenta los yerros de los procesos anteriores, hasta entregar un modelo para el mundo de lo que debe ser un  proceso de paz.

Hecha esta advertencia podemos señalar que la historia del proceso es muy completa, desde que empezó a trabajar en el diseño, llegando a asustar a Samper Pizano, quien pensó en un golpe de estado, alineado con la guerrilla de las Farc, hasta que concluyó con la entrega de armas por parte de la guerrilla y la firma del acuerdo final.

En esa época, para la situación tan difícil que vivían con el proceso 8.000, Samper y Serpa  inventaban golpes de estado, por aquí y por allá, como otro dado por constitucionalistas tan pacíficos como el doctor Sáchica.

Viene el escogimiento de los voceros del gobierno para su encuentro en la Habana con los representantes a su vez de los guerrilleros: Humberto de la Calle como jefe de la misión, Juan Carlos Pinzón y Sergio Jaramillo, quienes habían sus viceministros y por parte de la guerrilla, Márquez, hoy fugitivo, quien presidia la delegación fariana.

Este equipo trabajó fuertemente en la Habana hasta llegar a un punto muerto. Y es entonces cuando el expresidente resuelve pasarle la pelota a una comisión de juristas, cosa que a de la Calle no le gustó ni cinco, pues prácticamente descalificaba el trabajo hecho hasta ese momento  y traía ruidos al sistema, como evidentemente ocurrió,  cuando la guerrilla se rodeó de un  equipo formado por Santiago, un abogado comunista español, quien se los comió a cuentos y les impuso que la negociación debía realizarse a través de un tratado, como si se tratara de un conflicto entre naciones y no un modesto arreglo con un grupo guerrillero. A partir de ahí se desequilibró el juego.

El expresidente Santos es un tanto minimalista cuando pone en cabeza de Uribe el voto por el no, cuando la mayoría de las personas que votaron en contra del plebiscito no eran uribistas. Fue una expresión popular que no llegó a entender el expresidente.

La mitad del libro son elogios, tanto para él,  como para el proceso de paz.

Y parte de la base de una paz asegurada, cuando se trata solamente de la desmovilización de una guerrilla, como lo pudo ser en la época de Betancur con el M 19, u otros movimientos guerrilleros que han pactado con el estado. En esta oportunidad se desmovilizaron las Farc. La paz está todavía cruda.

Tan cruda que el Espectador (28 de abril de 2.019)  publicó una investigación que tituló El Nuevo Mapa de la Guerra: un país sin posconflicto, en donde señala las zonas de violencia existentes: Bajo Cauca, donde operan el ELN , el comando antiparamilitar, disidencia de las Farc, las autodefensas gaitanistas, los Caparrapos y los Pachelly , el corredor central donde operan las Agc, los Puntilleros y  el bloque suroriental , en suroccidente, donde están presentes las Agc, La Cordillera, la Empresa , Los rastrojos , enfrentados al ELN, el Epl  y disidencias de las Farc, como el Comando Conjunto Occidental Nuevo Sexto Frente , el frente Oliver Sinisterrra, La Fuerza Unida del pacifico, los de Juvenal, los de Pija y el Movimiento Revolucionario Campesino. Y el Catatumbo , con zonas críticas como El Carmen, Ábrego, El Tarra, Hacari, Ocaña, San Calixto, Teorama y Tibú, donde operan el ELN y el EPL y, para no hacernos largos, en el Urabá antiqueño, y Chocó, además el Putumayo. Y pare de contar.

¿En esta forma, en dónde está la paz?

 

lunes, 21 de enero de 2019

LA NUEVA BIPOLARIDAD


POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

Antes cualquier conflicto se neutralizaba porque existían dos bloques: el uno el soviético y el otro, el occidental. Ya habíamos olvidado esta etapa, pero ahora vuelve con una nueva bipolaridad, en donde el aspecto geopolítico juega el papel más importante.

Ahora la geografía marca el destino de la política y es así como se están formando dos bloques: el occidental y al asiático. Ya no en una división de carácter ideológico, como era antes, en que socialismo y capitalismo se disputaban el mercadeo político. Dentro de este contexto se inscribe el caso de Venezuela cuando el mundo asiste atónito a las andanzas de Nicolás Maduro, quien presidiendo un país quebrado y un gobierno sin legitimidad, se da el lujo de permanecer solo por el equilibrio que le dan los dos bloques en vigencia. Venezuela tiene el soporte de Rusia, China, Turquía y cualquier movimiento de parte del sector occidental, es neutralizado por el sector oriental. Y cada bloque tiene como soporte el arsenal nuclear.

¿En esas condiciones, quien se atreve a encender la chispa de la siguiente guerra mundial?. Esa es la única fuerza que le queda a Maduro, porque por el lado de la opinión y sobre todo de la economía, no tiene salida. Y además, la gente que lo sigue tiene sus intereses creados, por cualquier lado que se mire, pues si se trata de las fuerzas armadas, a Maduro le deben los militares tanto el poder como la riqueza que actualmente disfrutan  y que los hace ponerle el hombro a Maduro y  de la gente de base, porque vienen de bien abajo y han solucionado su problema de vivienda o de educación y, por lo tanto, no están dispuestos a perder las ventajas que han adquirido.

De otra parte, cuenta con la asesoría de Cuba, quien se sabe al derecho y al revés la cartilla para lograr sortear épocas malas, bien sea aprovechando circunstancias de orden político  o de contenido político o ideológico, como jugar al comunismo y luego devolverse hacia el socialismo, cuando las cosas no marchan, como les ha tocado a los cubanos en los tiempos postcastristas. Por eso las salidas se van estrechando cada vez más y solo queda la negociación, como ya la ha planteado Maduro a Trump y, desde luego la amnistía y el indulto, como exigiría cualquier guerrilla que se respete. De lo contrario, Maduro se atornillará en el poder como hasta ahora lo ha hecho sin rubor alguno ante la democracia mundial.