POR: RAUL
PACHECO BLANCO.
El caso de España y de Colombia es muy parecido, pues su
armazón política ha estado basada en dos partidos: allá el Pesoe y el Partido Popular
y aquí el conservador y el liberal. El Pesoe de izquierda y el popular de
derecha y en Colombia un liberalismo que fue de izquierda y ahora es de derecha
y el conservatismo que siempre ha sido de derecha. Los partidos de España
vienen de la época posfranquista, en tanto que en Colombia los partidos vienen
desde el siglo XIX. Con el paso del tiempo los partidos en Colombia se fueron
desgastando y solo sobrevivieron en base a la violencia que logró cuajar una
legitimidad a la fuerza. Los españoles en cambio, son muy nuevos y trataron de
acomodarse al siglo XX partiendo aguas a derecha e izquierda. Mas, sin embargo,
en Colombia no habían cuajado terceros partidos, pues cada vez que se creaban
alrededor de un líder, terminaban su ciclo al poco tiempo. En la España del
siglo XXI ya avanzado, el descontento llevó a muchos seguidores del Pesoe liderados
por un grupo de profesores Universitarios, entre ellos Pablo Iglesias, a constituir
el nuevo partido que se llamaría Podemos. Con una agenda de izquierda, para
suplir precisamente la falla del Pesoe que se atemperó y se fue corriendo,
según ellos, a la derecha. Ese es el vacío que llena Podemos. Y por su parte,
el Partido Popular también se desgastó y eso dio pie a que se constituyera el
partido Ciudadanos, de derecha, pero con
el ánimo de refrescar liderazgos e ideas. En cambio el proceso en Colombia no
se operó así. Los partidos no se han venido acabando desde afuera, como en
España, sino desde adentro, por sustracción de materia . Sus jefes naturales
con él animo de buscar el poder crearon nuevos partidos, que antes obedecían a
simples grupos o disidencias, pero que no adquirían el perfil de partido como ahora. Esos partidos nuevos se crearon
desde adentro del liberalismo, pero tratando de separar cobijas con el viejo partido
de Ezequiel Rojas, de López, Gaitán y los Lleras. Ese es el origen de Cambio
Radical, el partido de la U y el Centro Democrático. La razón no es
prácticamente ideológica, sino de tipo personal, para asegurar la vigencia de
jefes que lo fueron naturales del liberalismo y, ahora, al no sentirse cómodos
y sobre todo, seguros, optaron por crear ellos su propio partido. Lo cual nos
lleva a la comparación con el proceso español, que en mucho difiere del sucedido
en Colombia.
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