Hacer una novela prácticamente sin personajes, solamente a
base de agravios contra Dios, el Papa, la Iglesia, La Puta de Babilonia, Colombia,
Antioquia, su mamá, y cuanto encuentre
por delante, no sabemos si tenga alguna validez literaria . Lo cierto es que
Vallejo ha elaborado su propio discurso para sacar de adentro su espíritu transgresor,
que se siente incómodo ante un mundo que de entrada lo rechaza. Ahí siente el mundo como contraparte.Y por eso,
entra a defenderse, dentro del
concepto de que la mejor defensa es el ataque-
En Casablanca aborda como historia la reparación de su casa en Medellín , tratando de darle
continuidad, de armar un relato en torno a ese hecho, con toda la dificultad
del caso, pues el espíritu que lo anima es el del transgresor. El de sacarse
una espina que lo escuece y no deja títere con cabeza. Así que los personajes aquí no vienen a ser los
albañiles, carpinteros, pintores de brocha gorda, cuyo perfil no conocemos y no
conocimos, mientras que hay otros personajes que no lo son de la novela sino
del entorno, o del mundo en que vive Vallejo y los construye a base de
agraviarlos. Esos personajes ya son conocidos, porque se trata de sus viejos
odios y por lo tanto, no necesitan
presentación ni dibujo alguno. Lo cierto es que Vallejo se toma sus páginas
tratando de llevar la historia de la restauración de la casa. Uno como lector
se deja llevar pero no por la fascinación de la idea desarrollada, sino simplemente
por el encanto de la diatriba. Antes se escribían libelos o panfletos , sobre
todo en política, al estilo Vargas Vila, pero la experiencia no había sido llevada a la literatura como lo
hace Vallejo. En todo caso él es dueño de esa idea, que por una parte no nos
parece que se compadezca con el ejercicio de la imaginación que conlleva el
trabajo de un novelista y la seriedad en
la investigación para elaborarla. Se queda pues , en la antesala de las
palabras, que son las que juegan este futbolito de salón.
sábado, 2 de noviembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario