POR: RAUL PACHECO
BLANCO.
Antes Colombia era el país del Sagrado Corazón. Ahora es el
país de los Santos. ¿Quien se iba a imaginar semejante escenario presidencial
hace unos años, cuando veíamos a Francisco Santos de jefe de redacción de El
Tiempo y a Juan Manuel de subdirector. El uno , como el familiar de confianza,
el más querido, al que le echaban la
culpa de todo y para el cual siempre había una excusa armada: Esas son cosas de Pachito,
como quien dice eso no tiene ninguna importancia. Y el otro, un anodino
periodista que tenía cansado a todo el mundo
con el cuento de querer ser presidente.
Pero sus columnas no tenían mayor
audiencia como las de Enrique, su hermano mayor que ha posado de izquierdista y
que era el columnista más respetado y
brillante del país. Luego a Francisco lo
secuestran, lo hacen mártir y lo
convierten en el apóstol de los secuestrados. Y Juan Manuel se va metiendo en
la política contra el querer de su tío Eduardo, que solo quiere periodistas que
le manejen el periódico. Se hace ministro, se pasea por varias carteras, se
impone por su elegancia. Gaguea en un principio y como Demóstenes hace gárgaras
y se mete piedras a la boca para acabar con el defecto. A tal punto, que ahora
ni se le nota y habla normalmente, con cierta fluidez y cierto desparpajo. Y
sobre todo, con mucha confianza en si mismo. Además de eso, el hombre cultiva
los juegos de mesa y es un experto jugador . Con su sonrisa meliflua de Mona Lisa se come
a cuentos a cualquiera y con la cortesía bogotana adoba todo su empaque de
político cundi-boyacense. Se ha convertido en un político. Y Francisco es
tomado en serio por el presidente Uribe, quien lo escoge para la
vicepresidencia. El país no lo podía creer. Eso es un mal chiste de Uribe,
decían entonces. Pero era en serio. Y en la vicepresidencia se hace conocer del
país y explota su mejor ángulo , el de la bonhomía, el de la confianza y a
quien se le cree todo lo que dice, porque los
niños no dicen mentiras. Hoy es muy posible que los primos sean las dos
alternativas más viables, pues el uribismo es fuerte y la consulta popular está
hecha a la medida de Pacho, quien es el más conocido de los candidatos. Y el
presidente a pesar de los vaivenes, de las encuestas, de la guerrilla, será la
opclón reelecionista. Del lado de la izquierda a su vez, se enfrentarán con
Clara López, otra heredera de los grandes apellidos . Estamos pues, en el país
de los Santos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario