POR: RAUL PACHECO
BLANCO.
El derecho a la igualdad es una utopía. Por cualquier ángulo
que se le mire es imposible llegar a satisfacer una nivelación contra la cual
multitud de fenómenos conspiran contra ella. Fue uno de los presupuestos de la
revolución francesa y por esa igualdad se hace matar la gente. Pero no opera. Y no opera por la diversidad que tiene que ver
con el sexo, las condiciones personales, la situación social, la posición económica, la política, en fin. Luego
vinieron los marxistas y dijeron que la igualdad no se conseguía sino existía
una nivelación económica y social. E hicieron la revolución e hicieron la
nivelación. Hasta la clase obrera fue llevada a los salones para los grandes
conciertos y las grandes exposiciones, hasta que se aburrieron. Luego vino la
nivelación por la base, pero no por arriba. Proletarizaron la sociedad pero no
pudieron sacar adelante el modelo porque la economía no aguantó. El estado no
pudo con el reto. Se vio claro que el estado es mal administrador y de ahí que
las empresas no pudieron ser lo suficientemente competitivas e innovadoras y se
vino al suelo la industria. El sistema hizo implosión. Y ahora el liberalismo
insiste en la igualdad luego del desastre del comunismo. De ahí que proponga el
matrimonio para todos, homosexuales y heterosexuales, ley que se acaba de
aprobar en Francia y que fue uno de los objetivos de campaña de Francois
Hollande. Y la adopción para las parejas homosexuales. Mientras los mismos
homosexuales como Nathalie de Williencourt , fundadora de Homovox en Francia sostiene : “ Soy francesa, soy homosexual, la
mayoría de los homosexuales no queremos ni matrimonio , ni adopción de los
niños, sobre todo, no queremos ser tratados del mismo modo que los
heterosexuales, porque somos diferentes, no queremos igualdad, pero sí
justicia”. (Aciprensa, Google). La ciencia por otra parte no hace más que
derribar mitos, de comprobar hechos nuevos que parecen acercarse más a la
realidad que todas aquellas verdades que traíamos de antiguo. Se dice que el universo no tiene un orden, como se había
señalado, que obedece a leyes inconexas y que al hombre le toca descifrar esos
misterios para poder manejarlo con alguna fortuna. Lo cual entra a reforzar la
idea de que las soluciones deben ser eminentemente pluralistas y tener en
cuenta las desigualdades de todo orden, no para lograr la igualdad soñada por
liberales y comunistas, sino la equidad que debe ser el principio que debe
guiar cualquier planteamiento de solución. Con la equidad logramos nivelar los
desniveles. Si miramos la constitución nos encontramos con la cantidad de
asimetrías posibles. Tanto los niños como los jóvenes, las mujeres y los viejos
tienen preferencias constitucionales por
encima de los demás ciudadanos y rompiendo la igualdad, precisamente para
mediante la equidad., lograr que en algo se empareje la situación.
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