POR: RAUL PACHECO BLANCO.
En cuanto a temas como el aborto, la eutanasia, la adopción
en parejas homoparentales, el matrimonio homosexual, es cierto que hay un vacío
constitucional.. Que la Corte le dio un ultimátum al Congreso para legislar
sobre estos temas y no lo hizo, presentándose entonces este vacío que la Corte
ha querido aprovechar para legislar en contravía, cuando sus funciones
solamente son judiciales y de control de constitucionalidad. Pero a su vez no
parece aconsejable que por referendo se tomen decisiones de este tipo, y sobre todo,
referidos a un solo caso, tanto por la desproporción
en el gasto como que no soluciona el problema de fondo, porque solo
solucionaría el problema de la adopción por parejas del mismo sexo quedando por
fuera los demás. De ahí que partiendo de la base de que tenemos un sistema
presidencial, el Ejecutivo es el llamado a zanjar el dilema y dedicarse a presentar
los proyectos tanto de actos legislativos, como de leyes, para obligar al Congreso
a que legisle. El ejecutivo es el llamado a tomar una decisión y no el
judicial, por tratarse de la legitimidad en juego. No es posible que un
organismo no elegido popularmente, sin ningún baño de legitimidad venga a
cumplir la tarea que debe cumplir el legislativo que está hecho para esas cosas
y que tiene la legitimidad suficiente para embancarse en la empresa. No es
posible que sigamos con esa sangría constitucional en donde el art 42 de la
constitución diga que la familia la compone un hombre y una mujer y que la Corte
diga otra cosa totalmente diferente para darle vía a la adopción homoparental.
Sea que se imponga una u otra tesis, lo cierto es que la constitución debe
respetarse y no jugar a las escondidas con ella. Si estamos en un estado de
derecho, la carta guía es la constitución y no las sentencias de la Corte.
¿Para qué el estado de derecho?. Así que el ejecutivo lo que debe es afrontar
el problema y hacerse cargo de una agenda legislativa enderezada a que el
Congreso enfrente el problema, que por lo visto tiene muchas riesgos
electorales que los congresistas no han querido asumir por miedo a perder su
electorado. Mas, cuando en materia ideológica estos temas son los que están
diferenciando a mucha gente como es el caso de la senadora Viviane Morales,
quien siendo liberal igualmente es
cristiana, poniendo en aprietos a sus dos hemisferios cerebrales, pues viene a
dividirlos.
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