POR: RAUL PACHECO BLANCO.
El profesor Robinson, autor de uno de los best sellers de la
época, “Porqué fracasan los países”, ha puesto el dedo en la llaga de los
acuerdos: no solucionan nada. Simplemente
le ha llegado el turno de comer a las Farc y
asegurar así su mantenimiento, su insersión a la vida civil y a la
política, pero nada más; es decir, como en el Gatopardo, dar la sensación del
cambio para que todo siga lo mismo. Las causas que produjeron el conflicto,
según expertos nacionales que escribieron el respectivo informe para el
gobierno, como lo son la violencia, la democracia elitista, el reparto de
tierras, el paramilitarismo, la guerrilla y el narcotráfico, quedan como
estaban. Con el agravante de unos cultivos de coca en crecimiento, para pasmo
de los norteamericanos que han puesto el grito en el cielo. Las Farc querían
volver al juego político, luego de que se hiciera obsoleta la toma del poder
por medio de las armas, conclusión a la cual llegaron tanto Fidel Castro como
Hugo Chávez. Y la Farc se desprende de ahí. La estrategia consistía en crear un
gran bloque latinoamericano para hacer la revolución, mediante la financiación
del petróleo cuando se cotizaba a cien dólares barril. Hacia esa dirección debía enderezarse las Farc para copar el
espacio de la izquierda que estaba vacío en Colombia, precisamente por la acción de esa misma guerrilla al darle mala imagen
a la izquierda. En ese cambio de estrategia empezaron a negociar con el gobierno colombiano, siempre bajo el
auspicio de los gobiernos de Cuba y de Venezuela. Entonces ya la revolución no
debía hacerse desde la guerrilla, sino desde el gobierno y para ese objetivo
había necesidad de crear un partido político para lograr los objetivos castro-chavistas.
Esa es la razón por la cual el profesor Robinson ( El Espectador, 2-IV-017) señala
que tanto el gobierno como la guerrilla iban a lograr los acuerdos, pero sin
solucionar el conflicto. Para James Robinson hay un derrumbe parcial del estado
y de ahí que se presenten los problemas planteados. Es el elefante que se les
atravesó a las Farc y al gobierno, pero sin verlo. Un estado en esas
condiciones, deja prosperar tanto la guerrilla como el paramilitarismo, el
elitismo, el narcotráfico y pasan sucesos como el 9 de abril en donde se matan
a sus líderes. Nos falta estado y hay que empezar a construirlo. A esta
conclusión han llegado la mayoría de los analistas que han estudiado el caso
colombiano.
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