POR: RAÚL PACHECO BLANCO.
Que hubiera muerto Jorge Eliécer Gaitán es algo a lo cual
terminamos por acostumbrarnos. Pero que hubiera muerto el gaitanismo, si es
algo que lleva a la reflexión sobre todo si se tiene en cuenta el fervor que
despertaba Gaitán, además de una nítida posición política que iba a tono con la
época. El estaba sintonizado con la hora, iba en la cresta de la ola, nada le
impedía llegar a la Presidencia. Nunca en la historia se había presentado un
fervor de masas como el que despertaba Gaitán. Es que hasta los conservadores
se volvieron gaitanistas. Pero cuando se analiza el caso de otros líderes, como
Juan Perón en la Argentina, quien despertó un fervor parecido, si logró sobre
vivir y actualmente es la fuerza dominante en la política del país sureño, no
obstante la reciente derrota ante Macri. Y en un menor volumen Haya de la Torre
en el Perú sobrevive a través del Apra y de la persona de Alan García, quien ya
ha sido presidente por dos veces en su país. Generalmente cuando un movimiento
tiene bases caudillistas el modelo no sobrevive, porque muerto el líder, muerto
también su pensamiento. Pero en Gaitán no solamente era la expresión de un líder
con toda la barba, untado de pueblo hasta los tuétanos, sino además un sentimiento
de clase y un bagaje ideológico que se insertaba en la época y que daría sus
frutos en el mundo. Porque el socialismo a pesar de su fracaso final, siempre
alcanzó a imponerse y convertirse en un hecho histórico en que el pueblo raso
iba a ser por primera vez, el propio conductor de su destino. Tal vez Gaitán no
formó su segundo de abordo, como si lo hizo Hugo Chávez andando el tiempo, ya
que su liderazgo fue total y absorbente. Pero quedó su hija, fiel y devota
seguidora del caudillo y ella se dedicó a la política. Pero no prendió, no se
convirtió ella en el símbolo de lo que representaba su padre. Pasaron los años
y cuando ya se cumplen 67 años de su muerte, el árbol no floreció. ¿Se debe al
hecho de que la izquierda no prendió en Colombia, vacunada quizá con la reforma
del 34 de López Pumarejo, la cual resultó
tan efectiva que enervó la fuerza de ese izquierdismo latente que alcanzó a
vivir el país?. ¿O al desprestigio de la izquierda encarnada en la guerrilla?¿
O la habilidad de las casas presidenciales dominantes?
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