martes, 5 de abril de 2016

¡¿POR QUÉ FRACASA COLOMBIA?


POR: RAUL  PACHECO BLANCO.

 

Para Enrique Serrano en su libro ¿Por qué fracasa Colombia?, la nacionalidad nuestra se formó en la época de la Colonia. Fueron trescientos años ininterrumpidos en que una población fugada de España, concretamente del sur, de Andalucía, emigró para sacarle el cuerpo a la ley de pureza de sangre, consistente en no tener en su sangre genes judíos o musulmanes. Durante esos trescientos años se asentó una personalidad nacional en donde la cotidianidad primaba por encima de todo, en donde nos existían grandes alternativas y planes ambiciosos de algún calado histórico. Se trataba de una emigración de gente común y corriente para quien la vida significaba pasarla de agache, viviendo con tranquilidad y sin violencia. Aquí precisamente contrapone Serrano el talante del colombiano al cambiar con la independencia y al poner a la orden del día las guerras civiles. Pero en la época de la colonia la paz era el pan de cada día. Se incubó una mentalidad conservadora, en donde lo liberal solo viene a aparecer con la independencia, cuando Bolívar, San Martin y Miranda impusieron un republicanismo que no casaba con la fortaleza de la mentalidad monárquica de las gentes. Esa mentalidad precisamente se viene a expresar en la rebelión de los comuneros, cuando se rebelan contra las autoridades locales y contra los impuestos, pero jamás contra su rey Fernando VII, cuya figura resultaba sagrada y de ahí que el delito más grave fuera precisamente el de lesa majestad. Los comuneros nunca buscaron la independencia y de ahí que la generación de Bolívar y Santander nunca reconocieron como antecedentes independentistas la rebelión de los comuneros, que entre otras cosas, todos vinieron a traicionarse entre sí: Galán traicionó la rebelión cuando se negó a obedecer a Berbeo en la toma de Honda, Berbeo se entregó para ser alcalde del Socorro. Y Plata los traicionó a todos desde el principio. Además, el pueblo tampoco respondió cuando ya la cosa iba en serio. Así que esos andaluces que migraron del sur de España solo querían vivir pausadamente, con calma y buena letra, sin mayores perturbaciones. Evidentemente fueron trescientos años de dominio español en que cuajó una manera de ser que viene a romperse con la Independencia. Para Serrano la nación siempre ha sido conservadora, mientras el estado liberal a partir de la independencia. Y la población indígena no cuenta, porque si hubo mestizaje racial no lo hubo cultural. Los indígenas han estado en sus resguardos, separados del resto de la población, sin proyección.

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