POR: RAÚL PACHECO
BLANCO.
En Latinoamérica siempre ha habido mitos fundantes, tales como
el Pri mexicano que se dio el lujo de dominar completamente el electorado mexicano
durante setenta años seguidos. Y el otro gran mito es el peronismo en Argentina,
pues a nadie se le escapa que el peronismo ha venido gobernando a Argentina,
inclusive desde la óptica de dos ideologías económicas como lo son el populismo
y el neoliberalismo. Con Menem el peronismo terció hacia la derecha y los
Kishner lo hicieron inclinar hacia la izquierda. Hasta que apareció Macri. En
Venezuela Chávez institucionalizó el socialismo del siglo XXI que es otro populismo
y no obstante haber recibido el golpe actual, cuando la oposición le ganó las elecciones
parlamentarias y amenaza con acabar con las normas que dejó establecidas el chavismo, no podemos decir que
haya derrotado al mito. Al mito Chávez, que empezará a dar sus efectos a partir
de la derrota. La oposición es un grupo heterogéneo que viene desde los viejos
partidos Acción Democrática y Copei, hasta las nuevas agrupaciones que han
surgido a través de nuevos líderes. Por lo tanto, no hay unidad de mando. Una
cosa es el partido de Capriles, otro el de los López, pues tanto Leopoldo, quien
está en la cárcel como su mujer que se ha convertido en la gran líder y heroína
de la jornada electoral, son otra cosa. Además de Corina Machado y de Borges y
de Alberto Ledezma. El chavismo arranca con cincuenta curules en la Asamblea
Popular. Y allí a su vez, debe resistir el enfrentamiento por la jefatura entre
Maduro y Diosdado Cabello. Así que tanto en una fuerza como en la otra, el
éxito estará en la unión, pues de lo contrario el trabajo estará perdido. Si
para las elecciones presidenciales no logran unirse a través de un solo
candidato, el chavismo impaciente por darse la revancha insistirá en quedarse
en el poder. Luego no es tiempo de regocijarse sino de seguir trabajando más
que todo en el cultivo de la unidad que es definitivo para consolidación de la propuesta
democrática. Otro aspecto también relevante en las elecciones venezolanas es la
presencia de la comunidad internacional, que estuvo vigilante y que no permitió
que el gobierno de Maduro se saliera con la suya. Sobre todo, la presencia de
los expresidentes Felipe González y Rodríguez Zapatero, que son representantes
del partido Socialista Obrero español, considerado de izquierda dentro del
contexto de la política europea y de la política española.
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