POR : RAUL PACHECO
BLANCO.
España y Bélgica pasan por situaciones difíciles, no
solamente por el aspecto económico de la comunidad europea, que es general,
sino por particularidades de sus
gobiernos y de su manera de ser y de organizarse. España está ante el afán de independencia de
los catalanes, quienes se consideran nación por si mismos y solamente
interrumpida por la unión de las casas de Aragón y de Castilla durante el gobierno de
los reyes católicos, para formar España . Menuda tradición que los catalanes
desechan y consideran inauténtica. Ellos son catalanes y no españoles por la
gracia de Dios. Y se han adelantado a los vascos y a los gallegos, que ponen
sus barbas en remojo ante la experiencia que viven los catalanes. Ya no les
sirve ni el gobierno federal, porque ante la propuesta de Rubalcaba , el jefe
del partido socialista obrero español, no han reaccionado favorablemente y antes por el contrario, se
empecinan en la independencia, que a juzgar por los actos públicos , son un estado de alma. Los populares en cambio
, insisten en el sistema regional que
viene de la constitución de 1.978 y en
la “ eterna e inconmovible metafísica de España”, según el decir de José
Antonio Primo de Rivera. Bélgica por su parte, se debate en medio de la
polarización entre flamencos y valones, debido a la diversidad étnica , que
puede terminar en un proceso parecido al de Yugoslavia, y, una monarquía que no las tiene todas consigo,
pues el rey Alberto II acaba de abdicar en su hijo, en medio de escándalos
familiares, como una hija fuera del matrimonio que reclama sus derechos tanto a
la herencia como al trono. Y como si
fuera poco, dentro de su organización de
sistema parlamentario, no pudo formar gobierno por más de un año . Pasó todo este tiempo sin un
primer ministro, mientras el Rey no tenia otro oficio que tratar de limar asperezas
para lograr alguna clase de coalición
que pudiera formar gobierno. ¿ Se
imaginan ustedes un país sin gobierno durante más de un año?. Esto para los partidarios del sistema
parlamentario debe llamarlos a reconsiderar esta propuesta, sobre todo, para el
caso de los países latinoamericanos, en donde se sueña con superar el sistema
presidencial. Así que tanto en el frente territorial como en el de gobierno, se
presentan problemas difíciles que los belgas deben entrar a resolver. Como podemos verlo, tanto España como Bélgica
están en un momento crucial que toca con el fondo de su ser nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario