POR: RAUL PACHECO
BLANCO.
El presidente Santos
no necesita un mandato expreso para hacer la paz, como dice el expresidente
Pastrana : es más, para cualquier presidente, por orden expresa de la
constitución es un imperativo la paz. El es el guardián del orden y por eso es
el jefe supremo de las fuerzas armadas. Y tan es así , que los gobernadores quienes
son elegidos popularmente y no están subordinados al presidente de la república,
en materia de orden público si entran a someterse a las políticas de orden
nacional que él indique. Luego no hay necesidad de mandato alguno. Pero lo que
sí se requiere es que el pueblo refrende
lo resuelto por la guerrilla y el gobierno . Y para eso hay dos mecanismos : el
referendo y la asamblea constituyente.
Como no se trata de cambiar o reformar la carta mediante la voluntad expresa del pueblo sino simplemente la de darle
legalidad y legitimidad al proceso que se adelanta y ,sobre todo a sus conclusiones,
pues lo más conveniente es el referendo. El referendo lo puede convocar
directamente el gobierno a través del
Congreso , mientras que la asamblea constituyente requeriría ahí si un mandato
expreso del constituyente primario para
luego hacer la elección de constituyentes y desatar todo un proceso de debates
y de pronunciamientos. La asamblea constituyente sólo se convoca cuando haya un
estado latente de pronunciamiento del pueblo como poder constituyente y, no simplemente para darle curso a un proceso
de paz entre fuerzas irregulares y el estado. Y unas fuerzas irregulares que
bueno es decirlo, no tienen legitimidad
alguna, pues de sobra es conocido el rechazo de la población colombiana con la
guerrilla, a tal punto, que las tendencias de izquierda han sido
satanizadas por esa opinión pública y no
han permitido que se estabilicen partidos
de izquierda con verdadero agarre popular. Casi todo el espectro político está
cubierto por fuerzas de derecha, como son la mayoría de los partidos políticos
que existen. Bien sea el partido de la U, el conservatismo, el liberalismo,
Cambio radical. La legitimidad la pueden ir conquistando a medida que avanza y
se dilata el proceso de paz, porque con pronunciamientos de carácter político , apoyando caunto paro o huelga se produzca durante las
conversaciones, cada vez que se les presenta la oportunidad, va calando en el
pueblo colombiano, va calando en la
opinión publica, hasta que termina convirtiéndose en una especie de oposición.
Si el gobierno no tiene lo suficientemente amarrado el proceso en cuanto a los
objetivos finales, la guerrilla irá ganando terreno cada vez más, hasta lograr
ahí, si, la legitimidad que ahora se le echa de menos. El gobierno se está
encargando de ponerle base política a la guerrilla a tal punto que lleguen a
legitimarla .
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