POR: RAUL PACHECO BLANCO
El gran reto que tiene por delante el fiscal Néstor Humberto
Martínez, es el de abrir el proceso contra el presidente de la república por
los dineros que entraron a la campaña presidencial de parte de Odebrecht, la
empresa brasileña que está en la picota pública y en los tribunales, por sobornar
a gobiernos para conseguir contratos de obras públicas. Y ha tenido la suerte,
lo mismo que el presidente, de que apareciera el cartel de la toga para que se
distrajera la opinión pública con ese nuevo escándalo y olvidara la
responsabilidad que tiene el jefe de estado por los dineros de las dos campañas
presidenciales. Y está en mora el señor fiscal de ponerse al frente de la
investigación para luego darle traslado a la cámara de representantes y repetir
el periplo que vivimos en el cuatrenio de Ernesto Samper. La historia se repite
y si está crudo el inicio de la investigación por parte de la fiscalía, todavía
mayor el papel que debe jugar el Congreso en donde fácilmente hace mayoría el
gobierno en base a la mermelada. Por ahora el presidente se rasga las vestidura
de ver las andanzas de los magistrados Bustos, Ricaurte y Malo, del señor
Moreno y los saltos de mata que han tenido que dar los parlamentarios Andrade, Besaile y el ñoño Elías, además de
Ramos. Y se mueve con mucho garbo en el paisaje continental, luego de haber
hecho los acuerdos con las Farc y de haber recibido nada más y nada menos que
el premio Nobel de la paz. Todas estas cortinas de humo están tapando la
iniciación del proceso Odebril, para que no se quede entre el tintero el juicio
correspondiente, que como vemos, es necesario para depurar el ambiente
enrarecido y el papel que ha desempeñado el expresidente Samper, quien si no
fue condenado por los tribunales, si por la opinión pública que lo abuchea en
cuanto escenario asista, como ocurrió en el último festival vallenato en donde
a voz en coro toda la multitud gritaba ¡ocho mil!, ¡ocho mil! cuando lo vio.
Para luego hacer un papel tan destemplado en Mercosur, en donde se puso en
contra de la posición de Colombia ante el caso del gobierno de Venezuela y como
la cereza del pastel el twitter que la
representante Angélica Lozano le propinó al expresidente cuando rechazó con ira
el respaldo que éste le estaba brindando a su pareja Claudia López, para
felicitarla por el papel desempeñado por ella en los acuerdos con la guerrilla.
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