POR: RAUL PACHECO BLANCO
Mientras tanto los partidos no piensan en una ideología porque
todas están muertas: la comunista, la socialista, la fascista, todo aquello que
antes significaba una lucha ideológica, ahora ya no tiene significación válida.
En ese estado se encuentran los hermanos Galán, quienes se salieron del liberalismo
ya que no se encontraban en él, no se hallaban cómodos para este nuevo periodo
de la historia. Y lo mismo habían hecho los samperistas, quienes para eludir la
férula de César Gaviria se salieron también del partido y optaban por hallar
otra salida, quizá volver al pasado, pero con el pasado tampoco podían contar
porque se encontraban con el proceso 8.000 y hasta ahí llegaba la cosa.
Y siguen pues en la perplejidad, sin saber qué hacer,
estudiando posibilidades, por ejemplo de un liderazgo nuevo como el de Cristo,
que por lo menos tiene nombre y muchos símbolos. O insistir en Samper, tan
desprestigiado como Unasur.
Esta solución, la salida del partido liberal ya la había
tomado Vargas Lleras, quien fundó Cambio Radical precisamente porque el
liberalismo ya no lo decía nada ni a él, ni al país. Y fracasó en su empeño de
llegar a la presidencia, pero se está reinventando y buscando otra salida,
presentando todos sus proyectos para su eventual presidencia para convertirlos
en leyes y ahí ir sembrando semillas que algún día germinarán.
Pero en el caso del Nuevo Liberalismo se trata de hacer algo
imposible como es resucitar a Luis Carlos Galán ante la falta de símbolos
nuevos. Eso ya no cuaja. Porque todo obedece simplemente al periodo de
transición que vivimos y que en medio de semejante atortole, se mira de pronto
al pasado, para llegar a la conclusión de que la cosa no es por ahí.
Los partidos tienen que construir nuevas utopías, fabricar
discursos a tono con la nueva época, enfrentar una nueva especie, la conquista
del espacio, el desarrollo de la informática y la biotecnología.
Esa idea tan rentable
para el liberalismo que consistió en presentar como algoritmo del país la división
de dos países, uno progresista, el liberal y otro retrógado, el conservador, se
acabó, ya rindió todos sus frutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario