POR: RAUL PACHECO BLANCO
A la pobre cantante vallenata Patricia Teherán la dejaron en
los puros cueros en la telenovela que acaba de finalizar en Caracol. Le
pusieron de papá a un actor que cree que los costeños para hablar tienen que torcer
la boca y volverse bobos y de ahí en adelante es toda una lucha para articular
palabras, para gesticular, para hacerse entender. Y de mamá una mujer sobrada
para la circunstancia, en que tiene que soportar al marido sin oficio y le
alcanzan sus encantos para seducir a un narcotraficante, como si nada, sin que
al pobre marido le dieran el derecho de separarse. Y todo dentro de un ambiente
de promiscuidad, en que el barrio es como una familia, los pobres maridos unos
cornudos y las pobres mujeres víctimas de la infidelidad de sus maridos. Y dos
actoras paisas haciendo de costeñas, quienes tienen una farmacia y atienden a
la clientela del barrio, y terminan
cogiéndola suave como todos los demás, hasta que un primo se queda con la casa
de ellas, mediante engaño con las escrituras. A la pobre Patricia le ponen dos
amantes, dos acosadores sexuales que se turnan sus encantos, sin solución de
continuidad, a medida que el libretista lo necesita. Uno, un narcotraficante
con quien llega a tener un hijo y es el amor lejano y mercurial que cada vez se
le escapa, y solo aparece para entorpecerle la vida. Y el otro, un man sencillo
que se agarra de ella como su tabla de salvación y quien terminará con su vida
y la de Patricia en un accidente de tránsito en la vía a Cartagena, luego de
ese ajetreo de circo en que se debaten y en medio de ese maremágnum de cosas. Como
contra parte, aparece una bella mujer hija de narcotraficante, para quien todo
le es posible y manipula las circunstancias hasta que consigue sus objetivos,
por encima de todo y de todos. Es la esposa del narcotraficante que tarde conoció
Patricia, y que lucha a brazo partido por conservar el amor de su esposo. Y quien tiene como secretario privado a su tio,
un homosexual otoñal y sin oficio, que convive con ella como si fuera su
guardaespaldas y la trata como a su niña
consentida. La historia pues es truculenta y divertida y no sabe uno hasta
dónde va la realidad de las cosas. La
actriz que hace el papel de Patricia si es impecable y con un encanto que
seduce y conmueve.
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