POR: RAUL PACHECO BLANCO.
Los europeos están
acostumbrados a mirar el mundo bajo la óptica de su propia historia, sin
detenerse a pensar en que cada pueblo vive su propio proceso y no la idea de
unificar previamente una cosmovisión que por ser propia no quiere decir que sea
universal. Ellos todavía están esperando que los orientales salgan de la Edad Media
y aparezca la consiguiente Ilustración y la revolución francesa para que todo
se arregle. Cuando se presentó el
problema de Egipto y países aledaños, los periodistas europeos llamaron aquello
la Primavera árabe, porque pensaban que tras la caída de los dictadores
soportados por los Estados Unidos, vendría la democracia. Pero lo que estaba en
el fondo era una visión teocéntrica del
mundo, en que su religión lo dirigía todo y los libros sagrados eran la
constitución de su pueblo. Ahora los Estados Unidos están siguiendo la misma línea
de interpretación de los europeos, analizando el mundo bajo la perspectiva de
sus propios problemas, sin tener en
cuenta la diversidad de las culturas y de los mundos diferentes. Y entonces
piensan como Francis Fukuyama, que en las democracias se está imponiendo la
posverdad, o que en las elecciones se están imponiendo las tesis falsas.
Entonces señalan que el brexit británico se impuso porque los electores fueron
asaltados en su buena fe y creyeron en las propuestas de los que estaban de
acuerdo con la salida de la Unión Europea. Pero no tienen en cuenta que lo
británicos están en la Union Europea porque les permitieron continuar con su
libra esterlina y no con el euro. Aquí ya hay de por si un rechazo previo a la
integración plena de las economías de Europa. Además, ha sido una nación insular, tanto geográfica
como políticamente hablando. Luego es forzoso concluir que los británicos no
están cómodos con la Unión Europea y de ahí que lo manifestaran en el brexit. Y
aquí en Colombia también prospera la tesis de que el voto por el no en el
plebiscito se impuso porque los argumentos de los ganadores eran falsos e
indujeron en error a los electores. Y, como si fuera poco, que Trump había ganado
en Estados Unidos porque falseó los hechos, sin tener en cuenta otras causas
como el desgaste que soporta un gobierno de dos periodos como el de Obama, y
que la señora Clynton era mirada como la representante de la clase política
corrupta, además de la sensación del americano medio de que Estados Unidos está
perdiendo protag
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