martes, 24 de mayo de 2016

LA POLITICA AL DIA



POR: RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

 Cuando el presidente Uribe terminaba su periodo y estaba a la expectativa de escoger su sucesor, seguramente se devanaba los sesos pensando quien sería mejor si Uribito, o Juan Manuel Santos. Después de mucho pensarlo y de consultarlo con la almohada se decidió por Santos. Y Santos a su vez daba muestras de estricto sometimiento a las políticas trazadas por el presidente Uribe. Así que no había pierde. Y el país supo lo que pasó. Ahora el presidente Santos está en el galimatías de lograr la continuidad de su gobierno en cabeza de German Vargas Lleras. Y sin ponerle ni una pizca de malicia uno dice que en realidad todo se ajusta porque las casas presidenciales Santos y Lleras siempre han ido de la mano, pues no hay razón entonces para la sospecha. Pero resulta que el primer objetivo del presidente Santos es lograr la paz, es sacar adelante el proceso de paz. Y bien sabemos que German Vargas Lleras nunca se ha pronunciado sobre tema tan espinoso para él. Siempre se ha callado y no dicho esta boca es mía, siempre ha hecho mutis por el foro. Y todavía más, se sabe que el vicepresidente no es muy partidario del arreglo con la guerrilla, empezando porque la guerrilla casi lo da de baja y lo dejó sin un dedo de sus manos. Luego su estado emocional con la relación a la guerrilla es muy parecido al que tiene el expresidente Uribe. Pero ni Santos ni Vargas han querido aclararle al país una circunstancia de estas y en realidad no se sabe cuál sea la posición de Vargas Lleras definida en sus propias palabras. Y el Presidente tampoco se ha atrevido a preguntárselo en público. Entonces se pregunta uno, si esto es así ¿cómo es posible que todo el andamiaje político se enderece hacia la presidencia de Vargas Lleras, y por el otro lado el programa bandera de la administración Santos, la paz, no tiene garantía de continuidad? Una cosa no lleva a la otra. El presidente Santos quiere colocar en la presidencia a Vargas Lleras, pero si este no le jala a la paz, entonces ¿qué puede suceder? Además, el otro posible candidato Humberto de la Calle, ya tiene dueño, pues se le adelantó el expresidente Gaviria. Esa será la carta del gavirismo. Luego el presidente está metido en una encrucijada de marca mayor pues su más posible sucesor no está comprometido con el programa bandera del presidente.

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