POR: RAUL PACHECO
BLANCO.
Tanto Venezuela como España sufren los efectos de su sistema
de gobierno. Y ambos países se encuentran trabados por culpa de esos modelos
que desde luego son los dominantes en Europa y en Latinoamérica. Venezuela por
tener un sistema presidencial permite que haya una mayoría parlamentaria que no está en el
gobierno. A su vez España, que tiene un sistema parlamentario no ha podido formar
gobierno, porque el partido Popular si bien ganó las elecciones, no le alcanzó para
hacerse a una mayoría suficiente. En esas condiciones, tuvo que echar mano de otros partidos para que lo acompañaran en esa tarea, cosa que
no logró, pues el partido más afín y que lo podría acompañar como “Ciudadanos”, el número de parlamentarios con
que cuenta no le alcanzó. Y ahora viene el turno de la oposición, cuando el
Rey le dio el encargo a Rivera, jefe del
Pesoe, para que intente llegar a la
mayoría necesaria. De lo contrario, se tendrían que repetir las elecciones. Si
tuvieran un sistema presidencial esto no ocurriría, porque el pueblo elegiría directamente al presidente, sin necesidad del
congreso. Y a su vez, si Venezuela tuviera un sistema parlamentario tampoco
tendría problema porque de hecho se produciría el cambio de gobierno al obtener una mayoría
calificada ¿Cuál de los dos sistemas es más democrático? El parlamentario no elige
directamente al presidente, sino que lo difiere a la decisión del Congreso. Si
se logra conformar mayoría parlamentaria se podrá escoger al presidente, de lo
contrario, no. Ahora, si la mayoría es
contundente, en ese caso el congreso solo tendría que refrendar el mandato
popular. En el presidencial el pueblo si elige directamente al presidente, sin
necesidad de que intervenga el Congreso. Si queda el presidente en minoría
parlamentaria, allá él. La gran ventaja del sistema presidencial es la
estabilidad, pues el aval que le da el pueblo cuando lo elige es para todo el periodo
y no como en el sistema parlamentario que va hasta la primera moción de censura
que se plantee para bajarlo del cargo.
Ahí está el caso de Maduro que si no es por el sistema presidencial ya estaría
fuera de Miraflores. En todo caso si se
fuera a implantar el sistema parlamentario en latinoamérica, ningún presidente
sería capaz de terminar su periodo. Las mociones de censura volarían de año en
año hasta que prosperaran. Y quizá en Europa a su vez, tampoco funcionaría el
sistema presidencial porque lo considerarían absolutista y dictatorial.
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