Parece que hoy estuviéramos en los años cuarenta del siglo
pasado. Cuando llegaba a la presidencia Eduardo Santos, dueño del principal
diario del país, El Tiempo, e intelectual de altos quilates. Entraba a
reemplazar a Alfonso López, quien salía de la presidencia con gran prestigio
por haber hecho la revolución en marcha, plasmada en la reforma de 1.934 y en
leyes como la de tierras. Nombraba como ministro de hacienda, decreto 1451, a
Carlos Lleras Restrepo, quien se retiró al poco tiempo, pero dada su
importancia lo volvió a nombrar en 1.941. De Eduardo Santos decía Alfonso López
Michelsen que había llegado a ser el nombre más poderoso del país, pues jugaba
tanto en lo público como en lo privado. Carlos Lleras era el hombre de confianza
de Eduardo Santos a juzgar por los papeles que lo puso a hacer como llevarlo
tanto al gobierno como a la dirección de El Tiempo, de acuerdo con las
circunstancias del momento. A su vez
Alberto Lleras era el hombre de confianza de la casa López y exaltado como
Ministro de Gobierno, tuvo que enfrentar el frustrado golpe de estado del coronel
Diógenes Gil. Pero a éste sólo le paró bolas el capitán Quintero en la Quinta
Brigada de Bucaramanga, dándole muerte por cierto al coronel Guarín, comandante
a la sazón de la brigada. De ahí que lleve su nombre la plaza Guarín de
Bucaramanga y quien se resistía a llevar adelante las locuras del célebre
capitán de Bochalema. Se aprecia ahí la aceptación de la línea dinástica por
parte de las dos familias, las cuales se subordinaron entre sí, cosa que no
hicieron ni Gabriel Turbay ni Jorge Eliecer Gaitán y de ahí que les fuera como
a los perros en misa : el veto tanto de
López como de Santos los dejó librando su propia batalla, perdiéndola ambos.
Ahora la casa Santos vuelve a proteger a la casa Lleras por intermedio de Germán
Vargas Lleras, para que llegue a la presidencia en 2018. Así no se pierde la
continuidad de familia que viene desde el siglo XIX con don Lorenzo María
Lleras, continúa con Alberto y Carlos y ahora con German. La familia López que
ya dio dos presidentes no ha tenido la continuidad correspondiente, pero
mantiene su influencia política a través de la revista Semana de propiedad de
López Caballero. Luego el paisaje familiar de estos años del siglo XXI es muy
parecido al de los años cuarenta del siglo pasado.
martes, 3 de noviembre de 2015
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