POR: RAUL PACHECO BLANCO
Y luego pensaba seguir describiendo todas las penalidades
sufridas por la reina santa: aguantarse la infidelidad de su marido Juan Carlos
de Borbón, a quien los periodistas españoles le llevan contabilizadas cerca de
cinco mil mujeres llevadas a la cama y sostiene una amante permanente por
encima de todas las demás, sobre la cual se dice que el rey Juan Carlos tiene
los títulos de propiedad de sus bienes, precisamente para sustraerlos del
apetito fiscal.
Luego tiene que pasar por el calvario de una de sus hijas casada
con Iñaki, quien ha sido condenado a pagar años de prisión por malas cuentas
con el estado español y, actualmente se encuentra encarcelado. Y la Reina madre
tiene que pasar por la pena de ver a su
hija en semejante tragedia y poner en peligro la misma estabilidad de la
monarquía.
Y como si fuera poco,
ahora tiene que enfrentar a su nuera la bella reina Leticia, quien en público
se atreve a que sus hijas no se retraten con su abuela Sofía y tiene en
predicamentos mayores a su esposo el rey Felipe VI, quien no sabe qué hacer
ante semejante dilema de apoyar a una u otra, en su papel de rey de España.
Entonces me fui a Google para encontrar datos de la vida de
la reina madre griega y me encontré con que la santa andaba en malos pasos en
amoríos con el viudo de la duquesa de Alba, la famosa mujer que con su desaliño
y su fealdad había conquistado el corazón del mundo. Y está regado el chisme
por toda la península y sus alrededores, pues luego de la muerte de la duquesa
se les vio siempre juntos, acompañándose en sus respectivas penas y como caldo
de cultivo para los periodistas que andan a la caza de noticias para sus
lectores.
Y no alcanzaba a juzgar a la reina madre en esta salida que
parece desafortunada, cuando volví unos pasos atrás y me puse a pensar si esto no
estará urdido por la contraparte, la que
quiere dañarle el caminado a la reina madre, que ha aguantado
estoicamente los embates de la familia, pues para cualquier ángulo que se mire,
se encuentra en difícil predicamento, bien sea por los lados de su marido el Rey
padre, de su hija y de su yerno, además de la reina titular Leticia Ortiz Rocasolano.
Al encontrarle otro pero al pero inicial, le doy tregua a la
reina y sigo en el plan de descubrirle su verdadero perfil. ¿En dónde estará la
verdad?
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