POR: RAUL PACHECO BLANCO
Para hablar sobre los orígenes de Gustavo Petro tenemos que
remontarnos a la época del rojaspínillismo, que se sintió burlado con los
resultados de las elecciones presidenciales y como cualquier guerrilla se echó
al monte, creando el M19. Y el M19 si bien tenía ese origen político, el
ideológico se derivaba del auténtico
populismo que hoy en días la prensa mundial le endilga a los sectores de
izquierda del continente latinoamericano. La palabra populista fue acuñada por los periodistas e intelectuales europeos,
para nombrar a los movimientos informes que se nutrían tanto de ideas de
izquierda como de derecha. Es decir, que el populismo era una mescolanza
primitiva de ideas de uno y otro sector, sin articulación alguna, rompiendo el
sentido orgánico de las tesis marxistas que se imponían por la época. Todo lo
que oliera a populista era de origen latinoamericano, en donde todavía no
habíamos creado pensamiento propio en torno a nuestros problemas y menos a la
ideología que debía guiar al mundo que se estaba tragando el capitalismo. Ahora
se llama populista a los sectores de
izquierda que en alguna u otra forma giran alrededor del legado de Hugo Chávez.
Pero el populismo indígena o crudo no es de corte socialista, pues no atacaba
la propiedad privada y no aspiraba a liquidarla, sino solamente aprovechar el poder
del estado para sacar algunas ventajas para el pueblo, bien fundando industrias
paralelas a las privadas y crear luego monopolios de estado para eliminar así, la
competencia. Eso fue lo que hizo Petro en la alcaldía de Bogotá: creó una empresa de aseo para sacar
del juego a las privadas y estableció un monopolio de estado, cosa que hoy en
día el alcalde Peñalosa está desmontando con
las consiguientes consecuencias del colapso de una organización. De otra
parte, ese populismo crudo se nutría de raíces fascistas en lo tocante al manejo
del poder, pues tendía a cimentar dictaduras, como la que instauró en Colombia
el general Gustavo Rojas Pinilla en el año 54 del siglo pasado. Y Petro tiene
perfil de dictador. Así su origen no viene propiamente de la izquierda, ni
tiene que ver con el gaitanismo o con el MRL, que trataron de empujar hacia la
izquierda al partido liberal, sin lograrlo desde luego. En lo ideológico no
existe similitud con el régimen
madurista de Venezuela, que sí es anticuadamente socialista, pero si se
emparenta en cuanto a la concepción del
poder con base en una dictadura. Una especie de Fujimori.
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