POR: RAUL PACHECO BLANCO
Con una simple mirada superficial uno podría encontrarle
cierto parecido a la Colombia de hoy con la Venezuela de Hugo Chávez. Lo cierto
es que el grado de desprestigio y desaprobación de los partidos políticos tradicionales
en Colombia, nos sitúan en el mismo nivel en que estaban Copei y Acción Democrática
en los años pre-revolucionarios. La corrupción se había adueñado de ellos, los
líderes mostraban su desgaste y la perplejidad de la gente se extendía ante un
incierto futuro. Por los lados del uribismo, ya se ha planteado esta similitud para sacar de allí conclusiones favorables a
sus propósitos electorales, que no se
compadecen, con un análisis más en profundidad para ver si esa similitud se da
en toda la línea o difiere algo o mucho del fenómeno colombiano. En primer
lugar, la economía de los dos países difiere en muchos aspectos, sobre todo en
la dependencia del petróleo de Venezuela, que si bien le dio alientos a Chávez
para realizar su revolución, también su dependencia fue crucial para llegar a
la situación actual, con la baja de los precios. Nuestra economía en más
diversificada y el aparato industrial es más extenso que el venezolano. La
minería, las flores, el carbón, la industria textilera y el mercado cafetero hacen
que nuestra economía sea más balanceada que la venezolana. De ahí que le
quedaría muy difícil a la revolución financiar con el aparato productivo de la
empresa privada el proceso, mientras que
en Venezuela el petróleo es del estado. En cuanto a los partidos, los mismos
jefes lo previeron y se adelantaron a salirse de ellos para crear nuevos
partidos para sacar adelante candidaturas presidenciales. Así que esos partidos
ahora se llaman partido de la U, cambio Radical, Poder popular, Fuerza
democrática, Centro Democrático. Además de
fuerzas nuevas como la de Claudia López, o Fajardo, o Robledo. Ese
pluralismo que ahora existe en Colombia, no existía en Venezuela a la hora del
cambio de sistema. Ahora, los jefes: Timochenco no da el nivel de Hugo Chávez y
Márquez de pronto supere a Diosdado Cabello o a Maduro. Pero tanto Chávez como
Maduro y Cabello no tenían pasado. En tanto que las Farc si tienen pasado y eso
es lo que viene a pesar en un momento tan crucial como éste. El país por tanto está
vacunado contra este virus, que duró cincuenta años. Y sobre todo, que el
experimento revolucionario no dio resultado en Venezuela y tiene al país al
borde de la quiebra.
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