POR: RAÚL PACHECO BLANCO.
De lejos María Luisa Piraquive es la santandereana más
importante de la época. No solamente
creó una iglesia, la de Dios Ministerial sino también un partido político, Mira. Pero
no se trata de una iglesia de garaje, sino una señora iglesia con muchas sedes
en los Estados Unidos y en el mundo, en donde se le rinde pleitesía a su
credibilidad, constituyéndose en una
representante de Dios en la tierra. Ella misma cuenta que Dios se le apareció, no Jesucristo que no sería tan
importante, porque al fin y al cabo Jesucristo fue hombre, sino el mismo Dios
el que la puso en la tarea de crear la iglesia y de difundirla por todo el
mundo. Igual le sucedió a San Pablo y se constituyó en bastión de la fe cristiana
en el lado católico. Habíamos tenido
muchas heroínas en la época de la independencia como Antonia Santos y antes
Manuel Beltrán la que rompió el edicto. Pero ellas no habían superado la
barrera de lo metafísico, se habían quedado en un plano mundano sin mayores
proyecciones que las puramente humanas. Ahora es distinto, porque María Luisa
Piraquive se halla investida por la gracia de Dios y de allí que
trate de redimir al mundo, cosa que no pudo hacer Jesucristo. María Luisa Piraquive nació en Chipatá, un pueblo al sur del departamento,
en donde vio las primeras luces.
De ahí pasó su familia hacia Boyacá en donde se unió al
señor Moreno, quien venía en la misma línea dinástica de María Luisa y de ahí
que pronto se distinguieron entre sí para formar una poderosa llave que los
llevó a crear la iglesia. Pero andando el tiempo y cuando la iglesia pintaba para
algo grande, murió el señor Moreno.
Gentes inescrupulosas, sin Dios ni ley la llegaron a culpar de haber sido la causante de
la muerte de su esposo, lo cual fue desmentido por ella y la investigación que
se hizo en su época pasó a los archivos.
Alguien desocupado quiso armarle bronca por lo mismo y pidió que fuera exhumado
el cadáver para saber la causa de su muerte, a lo cual se opuso doña María Luisa, porque eso
sería atentar contra la resurrección de su esposo, que era inminente, quizá un
poco más demorada que la de Jesucristo,
pero sin embargo con el destino ya marcado. El tiempo pasó y el señor Moreno
sin embargo no resucitó entre los muertos, sino que se quedó en el paraíso
quizá para servir de guía desde allí a su mujer y
no podía ser de otra forma dado el volumen y la importancia de la
iglesia que entre los dos fundaron. La Iglesia de Dios Ministerial de Cristo
Internacional cuenta con 90 sedes en Estados Unidos, 827 templos y dos millones
de creyentes, repartidos en el mundo. Tiene pues un arrastre electoral parecido
al del expresidente Uribe con la diferencia de que en Uribe se expresa en votos mientras en Doña María Luisa en de-votos. Y supera con creces a Yidis
Medina.
Todos estos pergaminos la hacen la santandereana más importante
de la posmodernidad.
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