POR: RAUL PACHECO BLANCO.
Lo que ocurrió en la convención conservadora fue un tremendo error. Con ese hecho, el conservatismo protocolizó la unión del partido liberal alrededor de la candidatura Santos. Ese lento proceso de unificar el liberalismo para poner de acuerdo a German Vargas Lleras , Ernesto Samper, Horacio Serpa, y César y Simón Gaviria le costó un ojo de la cara al presidente, pues primero tuvo que entregarle el ministerio de vivienda a Vargas para que cosechara los laureles de la construcción y entrega de las casas a título gratuito y luego el turno presidencial siguiente. Además de convencer a Vargas Lleras de que era un buen negocio aceptar la vicepresidencia primero para que la llave electoral se mantuviera, cuando German Vargas Lleras se sentía mal tratado, como si fuera un Angelino o un Pachito para ofrecerle ese pingüe cargo, que no tiene ni olor, color ni sabor. Y para calmar a Ernesto Samper auspició ante Gaviria la escogencia de Horacio Serpa como cabeza de la lista liberal al senado, pasando por encima de la familia Galán. Y prometerle a Cesar Gaviria, delante de German Vagas el periodo siguiente al de Vargas Lleras, con reelección incluida. Todo ese andamiaje lo había construido el presidente Santos a base de paciencia, sagacidad y sobre todo, de poder. Pero había un pequeño problema : sacar al conservatismo como socio del negocio político sin que se sintiera lastimado. Primero no los trató bien en el reparto de los puestos , pero no fue suficiente para que se rompiera la coalición. Así que ni por esas. Y vino la convención y quedó allanado el problema. El uribismo se tomó la convención y sacó a correr al santismo. En ésas condiciones, la Unidad Nacional que soporta la coalición quedó reducida al partido liberal : el de Santos, Samper y los Gaviria. Y el conservatismo quedó por fuera. Lo cual quiere decir que la próxima presidencia de Santos será oficialmente liberal , recuperando el tiempo perdido en la división durante los ocho años de gobierno del presidente Uribe .Unido el liberalismo , buscará convertirse en un partido hegemónico y la próxima presidencia de Juan Manuel Santos será exclusivamente liberal, así se mantengan partidos de fachada como Cambio Radical y partido de la U. El uribismo por su parte sacará un mayor número de congresistas que el conservatismo y si se plantea una coalición para oponerse a Santos y el partido liberal, será el uribismo el que imponga la política. Ese es el panorama posconvención.
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