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ENTRE PADURA Y MAI JIA
POR: RAUL
PACHECO BLANCO.
Ramón Mercader y Rong Zilan son víctimas de la misma
enfermedad : el estado totalitario. El uno del Soviético y el otro del chino. De ahí que los
novelistas Mai Jia de la China y Leonardo Padura de Cuba hayan coincidido en la
apreciación de la acción del estado sobre el ciudadano, que llega a ser
absorbido de tal manera, que lo destruye, lo aniquila. Rong Zilan es un hombre de talento fuera de
lo común, un científico que se dedica a investigar sobre la inteligencia
artificial y el estado le cae para atraerlo y convertirlo en un intérprete de
códigos para su propio beneficio. En criptógrafo. Así, que por una parte le
lastra la capacidad para hacer aportes a la ciencia, dedicándolo a otros
menesteres menos calificados como la interpretación de los códigos. Y Ramón Mercader
es atraído por el estado soviético, o
concretamente por Stalin, para que cometa el asesinato de León Trostky, a la sazón exiliado en México. Y a ambos se
empieza por cambiarles la identidad, Mercader
ya o será Mercader, sino un
supuesto ciudadano belga, o el soldado 13 . Y Rong Zilan pasará a llamarse Ronh Jinzhen. Y empieza un juego
de la personalidades múltiples debatiéndose dentro del interior del personaje inicial, hasta llegar un momento
en que el personaje no sabe quién es, dada esa multiplicidad de personalidades interpuestas. A Rong Zilan no solamente lo cambian de identidad y se lo
llevan a que preste un servicio al estado; también le adjudican pareja, la que
a su vez tiene que hacerlo como trabajo del partido y no como un sentimiento
nacido de la propia individualidad. Luego es reconocido como héroe de la
revolución por el Plitburó Central y su familia pasaba a ser una familia revolucionaria. A su vez Mercader es adiestrado para llevar adelante los planes,
haciéndole ver lo importante de esa designación, que había partido directamente
de la autoridad de Stalin y que lo convertía también en héroe de la revolución.
El gran matemático Roth Jinzhen termina por volverse loco e ingresar a un manicomio, pero desde luego sin que pierda
los honores de héroe nacional. Y Mercader lleva adelante el asesinato de Trostky, sin la
maestría requerida, pues aunque mata a su víctima no puede escapar como se lo garantizaban a él y
ponerlo fuera de todo peligro legal. Jinzhen es capturado y llevado a prisión,
hasta cumplir su pena y luego si viajar a la Unión Soviética a recibir los honores
respectivos. Se nos hace más intensa la narración de Padura que conlleva a su
vez una crítica demoledora contra el modelo soviético y sobre todo contra el totalitarismo de Stalin. A Padura se
le va la mano en narración, pues la novela se agota cuando es ejecutado
Trotsky.
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