POR: RAUL PACHECO BLANCO
Con el fin de reunir mayorías para llegar al poder, encontró
el hilo conductor para ese efecto, en el rompimiento de los partidos.
Al tomar como bandera de su campaña la seguridad y una posición
al lado de la oferta, se situaba a la derecha. Así que él viene a superar la etapa
en que el partido liberal se escindía entre un sector de derecha y otro de izquierda,
cuando aparecieron fenómenos como los de López Pumarejo y Eduardo Santos, quienes
sostenían esos sectores. López con su revolución en marcha y Santos, al ponerle
el freno. Después se vivió parecido fenómeno con Gaitán y Turbay.
Pero la idea de Uribe fue la de unir esas dos tendencias
para crear un nuevo partido que expresara las ideas de una sola de la corrientes,
en este caso, la de derecha.
Al crear el Centro Democrático atrajo los mismos sectores de
ambos partidos y los unió en uno solo, liberales y conservadores. Con políticos
llegados de los dos partidos como Oscar
Iván Zuluaga del conservatismo y Holmes Trujillo del liberalismo, Paloma
Valencia y José Obdulio Gaviria, logró configurar un bloque cuya unión se ha
mantenido por estos años.
Así que Uribe en una primera parte dividió los partidos, se
llevó muchas de sus figuras y configuró una estructura hipotéticamente de
centro y de ahí su nombre. Una vez conseguido esto, se hizo a las mayorías y
cuando llegamos a las elecciones que acaban de pasar, viene a servir de puente
para que los dos partidos se salven ante la avalancha de la izquierda comandada
por Petro.
Encontraron en el Centro
Democrático, el burladero seguro para salvarse del aluvión de izquierda del
petrismo. César Gaviria tuvo que unirse a la candidatura de Duque porque de lo
contrario, corría peligro su cuota de poder y sobre todo, la proyección de su
hijo como futuro candidato presidencial.
Y lo mismo le ocurrió a Vargas Lleras. Y otro tanto ocurrió
con el conservatismo, cuyas alas venían divididas entre un sector gobiernista y
otro de oposición, para terminar los dos sectores al lado de la candidatura de
Duque.
Uribe pues, logró la
unión de los dos sectores conservadores en torno a la candidatura de Duque y se
encontró con el fenómeno de un liberalismo en el mismo afán.
Luego si ayer fue el verdugo de los partidos y los dividió y
los desmanteló, ahora las circunstancias lo llevan a que sea el puente del común
por donde pasen los dos partidos en su
salvamento de la carga de caballería de Petro.
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