sábado, 16 de junio de 2012

LA “MANIA” DE LA SELECCIÓN

POR: RAUL PACHECO BLANCO Este cuento ya nos lo sabemos de memoria. La selección no camina, no hay interés en los jugadores, brillan en el extranjero y se convierten en simples galeotes en la selección, al entrar en el tedio de un futbol que no está a la altura de su liga y se desconciertan y bajan la guardia. Ha habido cambio de técnico y no sabemos si a los jugadores les gusta. Porque cuando no les gusta, no juegan . A excepción de Francisco Maturana o el bolillo Gómez, porque entonces si juegan. Unos dicen que esto sucede porque el futbol colombiano está genéticamente condicionado a jugar al puro toque toque, así no se avance un milímetro y se juegue en la propia cancha durante todo el partido. Lo importante es mantener la bola, no hacer goles, porque esto es secundario. Los “genetistas” pues, no conciben otra clase de juego. Y los jugadores parece que tampoco, pues si no lanzan la pelota en forma horizontal, sin caer en la tentación de un pase largo a la olla, se pierde la línea del pantalón. Cuando se convocó a Jorge Luis Pinto, éste les quitó el yo yo, los puso a correr y a sudar la camiseta y no les gustó. Terminaron haciéndole huelga de piernas caídas y hasta ahí llegó el técnico. Ante esto, había necesidad de volver a la esencia, al útero materno para encontrar el cauce y sobre todo la intimidad. Se debía volver a convocar al Bolillo Gómez y Maturana, que eran los que sabían y los que habían recibido al niño en su nacimiento. Entonces los jugadores despertaron y retomaron el toque toque y ya en un ambiente de camaradería y amiguísimo engranó el equipo que alcanzó a brillar en un par de partidos. Pero vinieron los golpes a una mujer que el país no ha podido conocer y hasta luego el técnico. El presidente Santos se adelantó a pedir entrenador extranjero , pero resultaban demasiado caros y técnicos como Bielsa no podía financiar el futbol nacional. En el descarte se quedaron con Pekerman. Y el equipo se volvió a parar. Con Perú apenas obró el milagro del cucuteño Rodríguez quien salvó las cosas. Pero ya con Ecuador si se descararon los jugadores. Se pararon. ¿ A qué se debe? ¿No les gusta el técnico que les quiere imponer otro estilo de juego? No lo sabemos. Pero lo cierto es que los jugadores nuestros han sido formados por casi todos los entrenadores nacionales, dentro de ese estilo de toque toque y se lo aprendieron de memoria. Y se les volvió una “mania”, no un estilo. Y las manías son muy difíciles de quitar. Así que mientras no se juegue así, los jugadores no se hallan. Dejemos a un lado la hipótesis de la conspiración. Pero se quedaron con la manía y de ahí no salen. Por lo tanto el técnico debiera darles gusto de volver a su manía, pero que metan goles. Que jueguen para adelante y no hacia los lados o hacia atrás. Y que disparen de lejos y de media distancia y que entren por los costados y no por el centro.

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